Es lo más parecido a una ‘guerra energética’ librada entre el organismo que fija las normas en las que se debe actuar, las energéticas que deben asumirlas y el Gobierno que aspiraba con ellas a un cambio profundo del escenario eléctrico a corto plazo. El último asalto lo ha ganado, por la fuerza, no por el acuerdo, la CNMC. Lo ha hecho tras una crisis interna profunda en la que no ha faltado la destitución de uno de sus consejeros más veteranos y expertos en el ámbito energético y sin haber logrado la unanimidad de su pleno a la hora de tomar este acuerdo relevante para el futuro eléctrico de España.

Las condiciones en las que se moverán las inversiones en nuestra red los próximos seis años determinarán, de algún modo, el desarrollo que tendrá nuestra saturada red eléctrica. Precisamente el periodo en el que se aplicará el nuevo marco, 2026-2031, es el que el Gobierno confía en que se pueda dar un salto clave en la transición energética en la que el desarrollo eléctrico de la economía de nuestro país será clave. Afectará a ámbitos como la movilidad eléctrica, el desarrollo de la IA, los centros de datos o la electrificación de la industria.

El anunció llegó a última hora de este lunes. La CNMC aprobaba las circulares definitivas que fijan el método y tasa con las que se retribuirán las inversiones en redes eléctricas hasta 2031. La propuesta que finalmente ha visto la luz apenas se ha movido de su posición inicial y que había sido cuestionada tanto por las energéticas como por el Gobierno e incluso el Consejo de Estado. Aelec, la asociación que agrupa a compañías como Iberdrola o Endesa, denunció este martes que con este modelo España se sitúa en el “vagón de cola” en Europa como destino atractivo para invertir en redes eléctricas. Advierte de que fijar ese marco y esa tasa tan baja del 6,58, frente al 7% o 7,5% que reclamaba el sector, pone en peligro el avance de la electrificación de nuestro país.

España, "en el vagón de cola"

La red eléctrica española se encuentra en un punto de colapso y saturación que ha llevado a que sólo el 12% de la potencia de conexión solicitada en todo 2025 haya podido ser satisfecha. El colapso pone en peligro no sólo el desarrollo de nuevos proyectos sino también la captación de inversiones en sectores clave como la IA, los centros de datos o la movilidad eléctrica y que por falta de capacidad de nuestra red podrían optar por otros mercados.

Aelec insiste en que modernizar y ampliar nuestra red es una urgencia y que la retribución que obtendrían quienes estén dispuestos a invertir en ella no es competitiva en comparación con la que ofertan otros países europeos. Una situación que aseguran que dejará a España “rezagada, en el vagón de cola de la inversión en infraestructuras eléctricas”.

Compañías como Iberdrola y Endesa ya advirtieron que reconsiderarían sus inversiones en redes si, como finalmente ha ocurrido, la CNMC mantenía su propuesta. La compañía de Ignacio Sánchez Galán había anunciado 58.000 millones de euros de inversión en redes los próximo cuatro años, que ahora podrían buscar, al menos parcialmente, otros mercados diferentes al española.

El mal estado de nuestra red eléctrica, su antigüedad e insuficiencia hace que muchos proyectos no puedan conectarse a ella por falta de capacidad de los nudos de la red. Esta situación ha hecho que, por ejemplo, sólo el año pasado se reclamara conexiones por 40 GW de potencia y sólo pudieron concederse 4,5 GW, apenas el 12%.

Proteger al consumidor

Países como Irlanda, con un 8%, o Portugal con un 6,7% de retribución, mejoran las condiciones que los próximos años concederá España a las inversiones en redes. Además, las circulares aprobadas por la CNMC incluyen una limitación a la inversión en distribución, no así en transporte, que condicionan la retribución a la demanda. La CNMC asegura que es la defensa de los consumidores y evitar un incremento de costes en su factura lo que le ha llevado a plantear este modelo. Recuerda que la tasa se ha mejorado de modo importante respecto a la actual del 5,58% al elevarla hasta el 6,58%, retribución que se mantendrá hasta el 2031. Consideran que su continuidad por un periodo tan prolongado aporta certidumbre a las inversiones.

Para Aelec, limitar la inversión en distribución en realidad no reduce costes para el sistema ni para los consumidores, sino que más bien “los aumenta”. Subraya que frenar la expansión de nuestra red eléctrica supondrá  retrasar la electrificación de la economía española, “bloquear conexiones, ralentizar la actividad económica y provocando sobrecostes a hogares y empresas”. Añaden que no es coherente con los objetivos de electrificación, transición energética y reindustrialización que ha planteado el Gobierno y en el que se encuentra inmersa toda la economía española.

Para la CNMC su modelo logra un equilibrio entre el impulso al desarrollo de las redes, maximizar su uso y “la protección al consumidor”. Señala que se logra hacer sostenible el peaje que terminan pagando los consumidores en su factura. Un condicionante a la distribución que el Pleno del organismo no ha aprobado por unanimidad sino con tres votos particulares. Para la CNCM la nueva tasa aprobada aporta “certidumbre regulatoria, facilita la planificación de las inversiones y reduce la volatilidad”.

El organismo recuerda además que los documentos que finalmente se han aprobado son el resultado de un largo proceso participativo y garantistas que ha incluido “siete consultas públicas previas, cinco trámites de audiencia pública y numerosas reuniones con empresas, consumidores y agentes del sector”.

La fractura profunda que se abre en la última semana del año con las compañías energéticas y en contra del propio criterio de Gobierno augura un inicio de año complicado. El organismo que preside Cani Fernández cierra así un largo periodo imponiendo su criterio y después de un largo historial de enfrentamientos y oposición en el año en el que el sector energético no ha ganado para sustos y disgustos. El apagón fue el más severo, el nuevo escenario que marcará las inversiones de las redes hasta 2031, el que ha abierto una grieta institucional.

Desde Aelec se abren a intentar reorientar la situación y acordar cambios en el modelo retributivo aprobado para hacer que realmente “incentive la inversión”. Para ello llaman a abrir “cuanto antes” un periodo de diálogo y trabajo junto a la CNMC “en pos de un marco estable, predecible y alineado con la transición energética”.