El retiro laboral es un momento clave en la vida de cualquier trabajador, pero los cambios normativos recientes han modificado las reglas del juego en España. A partir del 1 de enero de 2026, la edad mínima para jubilarse con el 100% de la pensión se incrementará, y los requisitos de cotización jugarán un papel fundamental para determinar la cuantía de la prestación. Estos ajustes son consecuencia de la reforma de pensiones de 2013, que estableció un aumento progresivo de la edad de jubilación desde los 65 hasta los 67 años.

Edad de jubilación ordinaria

En 2026, la edad de jubilación dependerá del historial de cotización del trabajador. Aquellos con menos de 38 años y 3 meses cotizados deberán esperar hasta 66 años y 10 meses para acceder a la pensión completa. En cambio, quienes superen esa cifra podrán jubilarse a los 65 años.

El requisito mínimo de cotización para acceder a la pensión contributiva sigue siendo de 15 años, con al menos dos de ellos dentro de los últimos 15 años previos a la jubilación. Esto garantiza que todos los trabajadores hayan contribuido de manera significativa al sistema antes de recibir sus prestaciones.

Jubilación parcial: flexibilidad en el retiro

La jubilación parcial permite reducir la jornada laboral mientras se empieza a cobrar una parte de la pensión, facilitando una transición progresiva hacia la jubilación completa. En 2026, los trabajadores que accedan a esta modalidad sin contrato de relevo deberán cumplir la misma edad que la jubilación ordinaria correspondiente a su situación.

Para quienes utilicen contratos de relevo, la edad mínima será de 62 años y 10 meses si se acumulan 33 años o más de cotización, y de 64 años y 8 meses si se tiene menos años cotizados de los requeridos. Este mecanismo busca suavizar la transición hacia la jubilación, permitiendo a los trabajadores ajustar progresivamente su jornada y su ingresos.

Jubilación anticipada

En España, es posible acceder a la jubilación antes de alcanzar la edad legal a través de la jubilación anticipada, que puede ser voluntaria o involuntaria, aunque con ciertas limitaciones.

La jubilación anticipada voluntaria se puede solicitar hasta 24 meses antes de la edad ordinaria de jubilación. Para el año 2026, la edad mínima será de 64 años y 10 meses para quienes hayan cotizado menos de 38 años y 3 meses, y de 63 años para quienes superen ese período de cotización.

Por su parte, la jubilación anticipada involuntaria, que se aplica en casos como despido u otras situaciones fuera del control del trabajador, permite adelantar la jubilación hasta 48 meses antes de la edad legal. En 2026, esto permitirá retirarse a los 62 años y 10 meses si se han cotizado menos de 38 años y 3 meses, o a los 61 años para quienes tengan un historial de cotización más largo.

Ajustes en pensiones superiores a la máxima

Una de las novedades importantes para 2026 es la modificación de los coeficientes reductores aplicables a quienes, tras adelantar la jubilación, tendrían derecho a una pensión superior a la máxima permitida por el sistema.

Desde el 1 de enero de 2024 se inició un periodo transitorio de 10 años para eliminar progresivamente la normativa anterior. Hasta 2023, los beneficiarios con pensiones teóricas superiores a la máxima veían reducirse su pensión en 0,5% trimestral en caso de adelanto de dos años.

A partir de 2024, los coeficientes reductores se aplican sobre el importe de la pensión máxima y dependen de los meses de anticipación y de los años de cotización, especialmente para quienes acrediten menos de 38 años y 6 meses. Estos cambios buscan garantizar la sostenibilidad del sistema frente al envejecimiento de la población y la mayor longevidad de los jubilados.

Los cambios que entrarán en vigor en 2026 afectan a todos los trabajadores que estén próximos a la jubilación, y la planificación anticipada será clave para maximizar la pensión. Es fundamental revisar los años de cotización acumulados, así como las opciones de jubilación parcial o anticipada, para tomar decisiones informadas.