En los últimos años la Seguridad Social ha incrementado el control de determinadas prestaciones sociales para que las ayudas públicas sean concedidas a las personas que cumplan con los requisitos requeridos. Este control adquiere una gran trascendencia en muchos ciudadanos en territorio español, ya que un documento en concreto se va a convertir en la clave para aupar la reunión del derecho a continuar cobrando la pensión en este 2026 y con ello evitar suspensiones que afecten allá en su vertiente más patriarcal de familia.
El documento para conservar la pensión
El tipo de documento que deberá presentarse es la declaración anual de ingresos. Este formulario es de obligado cumplimiento para las personas que tienen derecho a percibir una pensión no contributiva. En el mismo se recogen los ingresos tanto personales como de la unidad familiar con la cual se convive.
La Seguridad Social utiliza esta información con el objetivo de verificar que el receptor de la pensión tiene unos ingresos económicos que se mantienen dentro de los márgenes establecidos por la ley en la materia. El control que se realiza, no solamente afecta a la persona que recibe la ayuda, sino que afecta al conjunto de la unidad de convivencia.
A quién afecta este trámite
Este requisito afecta a aquellas personas que reciben pensión no contributiva por jubilación o por invalidez. En el conjunto del territorio español existen cerca de 460.000 beneficiarios de este tipo de prestación, es decir, personas que no han alcanzado la cantidad mínima de cotización que marca la ley y que tuvieron ingresos muy limitados. Para estas personas presentar la declaración no es una alternativa, sino que es un requisito para continuar percibiendo la pensión durante el año 2026.
Cambios en la pensión y control de ingresos
La Seguridad Social comprueba las pensiones no contributivas anualmente para constatar que la cuantía de los ingresos de sus beneficiarios no supera esos los límites máximos establecidos legalmente. La revisión que se efectúa está basada, directa y exclusivamente, en la declaración anual, que es elaborada por el beneficiario de la pensión no contributiva. En el caso de que se constate la existencia de unos ingresos más altos, se considera la posibilidad de que la pensión pueda ser reducida e incluso suspendida. En 2026, la revisión continuara siendo uno de los pilares del régimen de pensiones no contributivas.
Importancia de la unidad familiar
El contenido normativo empleado no sólo se limita a analizar la situación personal, sino que considera también los ingresos que percibe la unidad de convivencia. Son ingresos, sean en forma de salarios, ayudas, rentas u otras formas, de las personas que viven en la misma casa. Un cambio en la situación familiar puede alterar el derecho a la pensión, aunque la persona beneficiaria no haya incrementado su situación de ingresos.
Plazos y consecuencias
La declaración obligatoria anual deberá de formularse en el primer trimestre del año, antes del día 31 de marzo. Este plazo es improrrogable y está perfectamente definido. La declaración anual se formula conforme a los medios habilitados al efecto por la Administración. El estricto cumplimiento del calendario será de gran importancia para evitar sorpresas en lo que respecta al pago de la pensión.
Qué ocurre si no se cumple el trámite
En el supuesto de no entregar la declaración dentro del referido plazo, la Seguridad Social puede proceder de manera inmediata a la suspensión del pago de la pensión que, en su caso, estuviese percibiendo el interesado. En cambio, si posteriormente se presenta la documentación, podrá recuperarse el derecho a la percepción de la pensión con el límite de 3 meses.
Por otro lado, todas las modificaciones de ingresos, convivencia o residencia deben de notificarse en un periodo de treinta días. No hacerlo puede conllevar cobros indebidos y futuras recurrencias. Así que este documento es determinante para no perder una pensión básica para miles de hogares en nuestro país.
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