"Nos llegaban muchas quejas por este tema, éramos muy conscientes de que esto era una necesidad importante". Las palabras son de Mayka Bonilla, una de las ingenieras de Madrid Calle 30 involucradas en el proyecto para hacer que la señal GPS llegue a los túneles de la M-30. Se trata de una iniciativa en la que el Ayuntamiento de Madrid lleva cuatro años trabajando, y que se pondrá en marcha previsiblemente antes del verano.

El nuevo sistema garantizará que los conductores puedan usar aplicaciones como Google Maps o Waze en los pasos subterráneos, aunque de momento no servirá para otros navegadores como el de Apple. En cualquier caso, es un avance importante. "La conexión GPS triangula una serie de satélites para decirte en qué posición está tu dispositivo. Pero en los túneles de la M-30, por su profundidad y por las características de la construcción, la señal universal simplemente no llegaba. Teníamos un sistema de localización ya implementado con repetidores, pero no funcionaba. Por eso tuvimos que buscar otro", señala Bonilla.

La tarea era complicada. Pero se trataba de una reivindicación muy extendida entre los conductores de la M-30, por la que cada año transitan casi 500 millones de usuarios. Si se colocaran en línea recta todos los carriles y enlaces de la carretera, la distancia total sería de 500 kilómetros. Y teniendo en cuenta que la parte soterrada representa un tercio del total, aproximadamente, había que buscar una solución a la altura.

Además, los túneles de la M-30 son bastante diferentes al resto. Bonilla lo explica: "Normalmente en los túneles urbanos entras y en seguida tomas una salida. Pero aquí tenemos 48 kilómetros de túneles con más de 40 entradas y salidas. En algunos puntos, además, tenemos calzadas superpuestas, zonas donde el trazado hace un giro... La distribución del tráfico es muy compleja, y tenemos una cantidad de usuarios altísima".

Balizas Bluetooth

La solución por la que se ha optado ha sido colocar 1.600 balizas Bluetooth desarrolladas por Waze. Se trata de pequeños cuadrados, de un tamaño parecido al de la mitad de un teléfono móvil, que ya han empezado a colocarse, a una distancia de unos 25 metros unas de otras, a lo largo de los túneles. 

"Las balizas vienen con una especie chapita que tiene pegamento en la parte de atrás para hacer el proceso más fácil. Simplemente es llegar y colocarlas sobre unas placas de aluminio, así que es súper rápido. Por las noches cortamos los túneles para instalarlas, y un solo equipo puede montar más de 50 balizas por jornada. Y a partir de ahí prácticamente no hay que hacer nada de mantenimiento, porque tienen baterías que duran tres o cuatro años", resume Bonilla.

Ciudades como Boston, Chicago o Nueva York ya cuentan con sistemas como este. Y en el caso de Madrid, la previsión es que todas las balizas se coloquen a lo largo de los próximos dos meses, para que de cara al verano los usuarios ya puedan comenzar a probar el GPS.

"Cuando terminemos el proyecto haremos un vídeo explicando a los ciudadanos qué tienen que hacer para utilizar el sistema. Pero será muy sencillo, simplemente tendrán que irse a los ajustes de navegación de Google y marcar la opción de utilizar balizas de túnel. Y nada más", relata Bonilla.

Un GPS universal

Desde Madrid Calle 30 esperan que la principal mejora para los usuarios llegue en forma de tiempo. Es decir, que los conductores pasen menos tiempo en la M-30, y realicen trazados más "efectivos" siguiendo el GPS sin perderse por los túneles, como sucede ahora en muchas ocasiones. Sin embargo, no esperan que el sistema ayude a mejorar las cifras de accidentalidad, que aseguran que ya son "muy bajas" en la autopista.

Con todo, en el fondo todo esto se trata, como explica la ingeniera, únicamente de la primera fase de un plan más ambicioso, que en realidad pasa por poner en marcha un sistema de GPS universal en los túneles.

"Las balizas son baratas y fáciles de montar. No es que sea algo temporal, pero sí que es un primer paso para que los ciudadanos vayan notando la diferencia", afirma Bonilla. "Lo que estamos buscando es una tecnología que nos dé un servicio global, que funcione con cualquier dispositivo y cualquier aplicación", añade.

Con ese objetivo, ya están en conversaciones con las empresas de navegación. "Es muy complejo, porque estas tecnologías son muy particulares, muy específicas. Pero el siguiente paso es hacer una prueba piloto con una tecnología universal para ver cómo funciona. Todavía no manejamos plazos, pero queremos empezar a trabajar en ello este año", zanja.