La Guardia Civil y la Policía Nacional han recuperado 134 vehículos de alta gama, valorados en 3,6 millones de euros. Estos fueron sustraídos en diferentes países de la Unión Europea (UE) y matriculados en España. En una operación conjunta, han detenido hasta el momento a quince personas, informan ambos cuerpos.
La operación, en la que ha colaborado Europol, se ha desarrollado en las comunidades autónomas de Madrid, Andalucía y Valencia. No obstante, continúa abierta y se prevén más detenciones.
Además de los coches robados, entre los que se encuentra un Porsche GT3 valorado en 250.000 euros, los arrestados se apropiaban de otros de financieras y empresas de renting. Estos trasladaban a España para matricularlos previa falsificación de los elementos de identificación.
Según informa EFE, los quince detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Leganés (Madrid). Esto ocurrió por su implicación en diferente delitos relacionados con el tráfico ilícito de vehículos. Los delitos incluyen falsificación de documento público, oficial y mercantil, usurpación de estado civil, receptación y pertenencia a organización criminal.
Comienzo de las investigaciones
Las investigaciones se iniciaron en enero de 2024 tras el análisis de expedientes de matriculación de las inspecciones técnicas de vehículos. Esto permitió a los agentes recabar información de diversas jefaturas provinciales de Tráfico y estaciones de ITV. Así, constataron la matriculación fraudulenta de coches, muchos de ellos sustraídos.
Los detenidos formaron un complejo entramado para manipular la identificación original de los vehículos. Les dotaban de una nueva correspondiente a otros coches existentes en otros países de la UE o incluso asignándoles una ficticia.
La organización también obtenía vehículos mediante apropiación indebida, principalmente de empresas o de leasing procedentes de otros países. Luego, los matriculaban en España aportando documentación falsificada a las jefaturas de Tráfico españolas.
Transcurridos algunos meses, cuando las empresas lo detectaban, era denunciada la sustracción de estos vehículos en sus países. Los agentes también averiguaron que gestionaban vehículos procedentes de países extracomunitarios que debido a la normativa de homologaciones no pueden ser matriculados en la UE.
Para sortear esta restricción, el entramado utilizaba documentación falsa con el objetivo de simular que provenían de un país miembro de la UE o del espacio económico europeo.
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