El Supremo condena a cárcel a un brigada y a un cabo por mentir e insultarse entre ellos

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a seis meses de prisión para un brigada del Ejército de Tierra por un delito de abuso de autoridad, en su modalidad de injurias a un inferior, y la de ocho meses para un cabo por un delito de deslealtad. Los hechos ocurrieron en el cuartel El Picacho de Moguer (Huelva) tras una disputa por la modificación del cuadrante de servicios de los militares durante el verano de 2022.

Así consta en la sentencia, que ha consultado El Independiente, dictada por la Sala de lo Militar del alto tribunal el pasado 12 de mayo, cuyo ponente ha sido Ricardo Cuesta del Castillo. Los jueces ratifican la condena impuesta por el Tribunal Militar Territorial Segundo y desestiman el recurso presentado por la defensa del cabo. Los hechos se remontan al 14 de julio de 2022, cuando este soldado detectó, junto a otro militar, un error en el reparto de servicios semanales que había confeccionado un sargento.

Como éste se encontraba de permiso aquel día, acudieron a un comandante para tratar de encontrar una solución, que le indicó que subsanase el error con el visto bueno del brigada, que precisamente era el encargado del nombramientos de los servicios y quien debía autoirzar cualquier modificación. Finalmente, el cabo aseguró ante el comandante contar con el visto bueno del brigada y procedió a modificar el cuadrante que organizaba los turnos.

Cuando éste regresó a la unidad días después y descubrió los cambios no autorizados, reaccionó enviando varios mensajes de WhatsApp amenazantes a su subordinado. "Guárdate los vaciles para otro porque te borro la cara de una hostia. No te vayas a confundir conmigo" o "eres una maricona" fueron algunas de las expresiones utilizadas, según recoge la resolución.

El Supremo considera acreditado que el cabo mintió sobre la supuesta autorización del brigada para cambiar los servicios, desobedeciendo las órdenes que prohibían expresamente cualquier modificación sin consulta previa. Esa conducta supune una quiebra del principio de jerarquía y disciplina militar, por lo que confirma su condena por deslealtad. Por su parte, el brigada fue condenado por abuso de autoridad en forma de injurias a un subordinado, tras quedar acreditado que envió varios mensajes con expresiones ofensivas y amenazantes.

La Sala confirma que el tribunal de instancia contó con "suficiente prueba, válidamente obtenida y regularmente practicada" para declarar probados los hechos, y descarta que la condena de los militares se base en un razonamiento arbitrario o carente de lógica. Ambos han sido también inhabilitados para el ejercicio de cargo público y para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de sus condenas.