La Guardia Civil, Vigilancia Aduanera de Cataluña y servicios de la Aduana de Francia han desarticulado una organización que transportaba 138,5 kilogramos de cocaína en un contenedor desde el puerto de Marsella (Francia) al de Barcelona.

La operación se ha saldado con el ingreso en prisión de cuatro personas de la red, informa en un comunicado el Instituto Armado.

Los investigadores detectaron un buque procedente de Chile que atracó en el puerto de Fos-sur-Mer --cercano a Marsella-- para una escala prolongada y, a través de un dispositivo de control, descubrieron que uno de ellos tenía destino final en Barcelona y contenía bobinas de cartón con varios sacos con tabletas de cocaína en su interior.

Tras coordinarse con la Subdirección general de Operaciones del Servico de Vigilancia Aduanera, la Dirección Nacional de Inteligencia e Investigaciones Aduaneras de Francia solicitó a la fiscalía la autorización para llevar a cabo una entrega vigilada internacional con el fin de identificar y detener a los destinatarios de los estupefacientes, sustituyendo para ello la droga por una sustancia inocua.

A su llegada a Barcelona, el 14 de julio, el contenedor fue vigilado de manera ininterrumpida hasta que en la madrugada del día 17 los investigadores detectaron que un grupo de personas accedió a él, retiró la sustancia inocua (pensando que se trataba de la droga) y la reintrodujo en un segundo contenedor.

Transporte hacia Terrassa

Los investigadores siguieron el contenedor hasta que se descargó en una nave en un polígono de Terrassa (Barcelona), donde se montó un dispositivo de vigilancia hasta que las personas salieron de la nave, momento en el que se detuvo a dos personas.

Durante el registro en la nave se intervinieron tres vehículos: un camión, una furgoneta y un turismo, además de distinto material empleado en instalaciones de cultivo de marihuana en interior, como sistemas de ventilación, iluminación y recipientes.

También se realizaron entradas y registros en los domicilios de los dos detenidos y de un tercero investigado, situados en las localidades barcelonesas de Sant Feliu de Llobregat, Corbera de Llobregat y Vacarisses, donde se intervinieron teléfonos móviles, material informático y documentación de interés, destacando un contrato de arrendamiento de otra nave industrial situada en Rubí (Barcelona).

El contrato de alquiler permitió solicitar el registro de esta última nave, donde los agentes localizaron material vinculado al cultivo de marihuana, y además, un perro detector de drogas marcó la presencia de restos de drogas en mochilas y en el interior de la nave.

Camionero y estibador

Posteriormente, se identificó al camionero que condujo el camión hasta Terrassa y al estibador que condujo la grúa con la que se movieron y manipularon los contenedores, por lo que se les detuvo los días 24 y 26 de julio, y todos los detenidos pasaron a disposición judicial y se decretó su prisión provisional.

En el registro del domicilio del estibador se intervinieron dos puños americanos, una pistola táser, una escopeta del calibre 12, un rifle de caza mayor, un arma corta de tiro deportivo, un rifle del calibre 22, una pistola de aire comprimido y un vehículo.

Durante la realización del registro, el estibador se encontraba ilocalizable, por lo que se estableció un dispositivo para encontrarlo, y los investigadores averiguaron que se encontraba alojado en un hotel y finalmente fue detenido en una calle próxima a la estación de Sants de Barcelona.