Naciones Unidas ha advertido este lunes de que los incendios forestales en España no pueden considerarse ya una crisis estacional, sino una “nueva normalidad” marcada por las olas de calor, las sequías prolongadas, los vientos intensos y la acumulación de vegetación seca.
La Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR, por sus siglas en inglés) ha aprovechado la celebración del Día Mundial de la Prevención de Incendios para lanzar un mensaje de alerta y recordar que la magnitud de los fuegos exige reforzar las políticas de prevención.
Según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), en lo que va de año se han registrado en España 224 grandes incendios que han arrasado 344.417 hectáreas, lo que sitúa al país entre los más afectados del continente.
Cinco claves para frenar los fuegos
La UNDRR ha difundido cinco recomendaciones básicas para reducir la exposición al riesgo y limitar el impacto de los incendios:
- Gestión forestal activa. Reducir el material combustible mediante el pastoreo controlado, la poda o las quemas prescritas, así como reforzar la creación de cortafuegos que actúan como barreras naturales.
- Urbanismo resiliente. Incorporar criterios de prevención en el diseño de nuevos desarrollos urbanos, con espacios defensivos y materiales resistentes al fuego para proteger viviendas y equipamientos.
- Sistemas de alerta temprana. Extender y conectar redes de detección locales con pronósticos regionales. La ONU cita el ejemplo de Suecia, que emplea datos satelitales VIIRS para detectar incendios en un máximo de 15 minutos y trasladar alertas inmediatas a los servicios de bomberos.
- Conciencia comunitaria. Formar a la población en prácticas seguras, protocolos de evacuación y mecanismos de aviso de emergencias, con el objetivo de que la ciudadanía actúe como un primer nivel de defensa.
- Resiliencia inclusiva y planificación multirriesgo. Tener en cuenta a grupos vulnerables –personas mayores, con discapacidad o de bajos ingresos– en los planes de actuación y considerar los efectos derivados de los incendios, como el riesgo de inundaciones debido a la destrucción de la cubierta vegetal.
Una crisis que se extiende por Europa
El impacto de los incendios no se limita a España. Según Naciones Unidas, los grandes fuegos afectan a buena parte del sur de Europa, desde la cuenca mediterránea hasta los Balcanes, con varios muertos y miles de hectáreas devastadas.
El organismo recuerda que la crisis climática ha convertido los incendios forestales extremos en fenómenos cada vez más frecuentes, con consecuencias medioambientales, económicas y sociales de largo alcance, y urge a los gobiernos a reforzar las estrategias de prevención y adaptación.
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