La Policía Nacional dejó en libertad a la hija del fundador de la empresa de juego y apuestas Grupo Orenes el jueves pasado. Lo hizo después de detenerla en la casa de su madre, donde se encontraron casi 1.600 plantas de marihuana. Los agentes la soltaron sin pasarla a disposición judicial para que la instructora la interrogase y después de que la chica, P., se negase a declarar en sede policial.

La detención de la mujer, junto a su hermano menor, A. (que tiene antecedentes), y un tercer individuo de origen marroquí, M., se produjo el miércoles pasado. La hija de Ángel Orenes, un importante empresario del sector del juego y las apuestas, llamó a la Policía porque un grupo de unos siete individuos habían entrado en la casa donde estaban los tres pegando tiros.

Los dos varones se enfrentaron a los asaltantes. M. incluso llegó a quitarles un arma de fuego, una escopeta, para responder al asalto. Pero el grupo consiguió encañonarlos, a los que el marroquí, que resultó herido de un disparo en el pie izquierdo, les dijo que podían llevarse lo que quiseran. Pero la banda tenía un único objetivo: sabían que en la vivienda había una gran plantación de marihuana, y querían llevársela. Lo que en el argot se conoce como un vuelco entre bandas.

P., la chica, estaba en otro ala de la casa, una mansión ubicada en la urbanización El Chorrico, en Murcia, por eso pudo llamar a la Policía. Cuando los agentes llegaron, encontraron gran cantidad de sangre por el suelo y muchos casquillos por toda la casa. Uno de los tres reconoció a uno de los asaltantes. Se trata de Andrés Indalecio Ojeda, más conocido como el talibán murciano, un peligroso delincuente dedicado al mundo de las drogas y otros delitos.

Se busca a los asaltantes

Por el momento no hay detenidos relacionados con el asalto. Pero los policías, al entrar en la casa, encontraron 1.559 plantas de marihuana en distintos estados. Cientos de ellas, secas y cortadas, es decir, que la droga estaba lista para ser vendida. Las hallaron en el sótano, con sistemas de iluminación y ventilación, y en la finca, dentro de los muros que lo separan con el exterior.

Por ello, procedieron a engrilletar a los tres moradores de la casa. A., el hijo menor de Ángel Orenes, fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, quien decretó su libertad. M., el chico marroquí, fue detenido y llevado ante la jueza de instrucción, que también lo dejó libre. Pero P., la hija del magnate de las apuestas, quedó libre por decisión de la Policía. Ante los agentes se acogió a su derecho a no declarar, pero tampoco la llevaron ante la magistrada.

Según el atestado policial, al que ha accedido El Independiente, los agentes la dejaron marchar la mañana del 4 de septiembre, ya que tenía "domicilio conocido", los antecedentes policiales que tiene no son de gran importancia y porque aseguró que "no evadirá la acción de la Justicia". Los policías le recordaron que tendrá que ir al juzgado cuando sea citada para ello.

La gran mansión donde fueron detenidos los tres fue comprada hace años por Ángel Orenes, el maganate de las apuestas en Murcia. Pero al separarse, se quedó el uso y disfrute de ella su exmujer. La Policía le tomó declaración. Al parecer, lleva desde primavera residiendo en otro lugar por una serie de "obras" que ha tenido la casa, aunque fuentes conocedoras de la situación del inmueble ponen en cuestión que se haya hecho ninguna intervención.

Además de la gran cantidad de marihuana incautada, los agentes encontraron 65 pantallas de iluminación led y 30 ventiladores, equipos que se utilizan para las plantaciones de marihuana en interior. En el cuarto del menor de los Orenes hallaron un cargador de una pistola 9 milímetros y una caja fuerte.