Un partido amistoso cancelado del FC Barcelona apunta a ser una piedra más en las relaciones entre España y el Ejército Nacional de Libia (LNA). El Gobierno que lidera el mariskal Khalifa Haftar controla el 80% del territorio donde Repsol tiene uno de sus mayores pozos de todo el mundo. Los planes del país pasan por la unificación antes de que acabe el año, quedando bajo su batuta. Hay "90 mil billones" en juego para reconstruir el país, y las empresas españolas no optan a ellos por el momento.
El 10 de octubre, el Barcelona tenía previsto jugar contra el Inter de Milán en Bengasi, capital del este de Libia bajo control de Haftar. Aprovechando el parón de selecciones, iba a cobrar cinco millones de euros. Pero a principios de este mes, el club blaugrana comunicó que cancelaba el plan.
Alegó motivos de seguridad. El Ministerio de Exteriores español recomienda a sus ciudadanos no viajar hasta el país africano. Lo curioso es que el lugar del Barça será ocupado por el Atlético de Madrid. Las autoridades libias consultadas por este periódico aseguran que han optado por los colchoneros para demostrar a España que "la situación de seguridad en Bengasi es buena y no como se describe" por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.
Carta del Parlamento
Las autoridades de la capital este de Libia están "muy sorprendidas por las alertas del Ministerio de Esteriores español". Tanto, que la Cámara de Representantes, que apoya a Haftar, ha enviado una carta en protesta a la embajada española en el país de África. Considera que la "recomendación (...) no refleja la situación en la ciudad de Bengasi". Y que en los últimos meses han acogido distintos eventos "deportivos, culturales y políticos destacados" sin ningún tipo de problema.
Por ejemplo, han organizado una conferencia de jefes de inteligencia africanos, con participación de delegaciones de alto nivel. También el Foro de Medios Árabes se celebró en Bengasi con amplia participación de instituciones árabes e internacionales. Así como un partido de fútbol con jugadores internacionales para "conmemorar la inauguración del Estadio Internacional de Bengasi".
El Parlamento "considera que esas justificaciones de seguridad no se basan en ningún fundamento realista y que utilizarlas como motivo para perturbar un acontecimiento deportivo que transmite un mensaje de amistad entre los dos pueblos es una decepción para la opinión pública libia. Es incompatible con el espíritu de asociación y amistad de las relaciones entre Libia y España".
Una fuente militar de alto rango consultada por El Independiente asegura que la situación de seguridad en Bengasi "es totalmente estable y todos los extranjeros pueden circular libremente sin restricciones ni acoso". Hace un paralelismo con Barcelona, precisamente, donde a su juicio "los turistas suelen ser objeto de robos y ataques a sus pertenencias, lo que refleja un entorno de seguridad inestable".
La misma fuente subraya "que la prueba más clara de la estabilidad es el acuerdo alcanzado con el Atlético y el Inter de Milán". Señala que la celebración de este partido amistoso "enviará un mensaje contundente y claro al mundo de que la situación de seguridad de la ciudad es segura, estable e incluso mejor que en muchas ciudades europeas".
Problemas institucionales
Como ya publicó este periódico en esclusiva, el LNA de Haftar ha decidido plantar a España en un encuentro militar de altísimo nivel que tendrá lugar en Madrid en noviembre. El Ministerio de Defensa ha invitado a dos representantes de los países más estables e importantes del continente africano para desarrollar una serie de jornadas en la capital. Libia fue invitado, pero ha decidido no acudir.
El problema está en la Audiencia Nacional. Este periódico contó en exclusiva que existe una investigación sobre la venta de material de doble uso a ese país. Según los informes de la Guardia Civil, el contrato estipulaba la venta de 44 drones a Bengasi por 14,3 millones de euros, aunque la mayoría de aeronaves sin tripulación no se llegaron a enviar. Los que llegaron se están utilizando en "tareas contra el tráfico de personas", para vigilar los cayucos que salen de Libia hacia Europa y que el gobierno de Haftar "tiene decidido combatir".
Fuentes jurídicas explican a El Independiente que en la causa, que se abrió a finales de 2023, todavía no hay nadie imputado. Tampoco se han practicado diligencias desde que el nuevo juez llegase al juzgado de instrucción 6, a pesar de solicitarlo en varias ocasiones las defensas. La investigación de los drones derivó de una operación anterior, en la que se vendieron 20 visores térmicos en 2023.
Aunque la causa está parada, los informes de la Guardia Civil señalan al LNA como "una milicia", lo que ha molestado "profundamente" al ejército, según han transmitido a este medio distintas fuentes. No entienden que se les acuse de tal cosa al mismo tiempo que se les invita a Madrid a un encuentro de alto nivel.
Entre las figuras clave que señalan los investigadores hay dos personas muy cercanas a la cúpula militar: Josep Saad Fonte y Awad Ali Kumati. Pero sin duda, el mayor "insulto" para el Ejército Nacional Libio se produjo en agosto de 2024. Con motivo de esta investigación, las autoridades de Italia retuvieron al hijo del mariscal, Saddam Haftar, por una alerta de la Guardia Civil en el sistema Schengen. No lo detuvieron, y al volver a su país ordenó cerrar el principal pozo de Repsol como represalia. "Las empresas españolas no van a hacer nada en la reconstrucción. El resto de Europa ya se está moviendo para conseguir los contratos".
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