El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha asistido a la misa funeral por el expresidente de la Junta de Extremadura Guillermo Fernández Vara. Sánchez despedía a Fernández Vara "con inmensa gratitud y enorme pena. Lo que tenemos que hacer desde el PSOE y todos aquellos que nos dedicamos a la política es recoger ese legado de Vara de mirar al futuro con optimismo y esperanza".

La misa funeral se ha celebrado este lunes, 6 de octubre, en la iglesia de Santa María Magdalena de Olivenza (Badajoz), su municipio natal. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y los ministros de Presidencia, Félix Bolaños; de Economía, Carlos Cuerpo, y de Vivienda, Isabel Rodríguez, se han desplazado este lunes hasta la localidad pacense de Olivenza para asistir al funeral.

Dialogante, comprometido e íntegro son los valores que ha destacado Sánchez de Guillermo Fernández Vara, una persona con "una decidida voluntad" por cuidar de su tierra y de los ciudadanos. "Estamos viendo muestras de reconocimiento por mucha gente que sin pertenecer a la familias del Partido Socialista reconoce su aportación al progreso de Extremadura y, por supuesto también, a la política española", ha manifestado Sánchez.

Cientos de personas se han acercado a la Iglesia de Santa María Magdelena de Olivenza, donde el féretro ha sido recibido con aplausos, lágrimas y emoción de los asistentes.

También han asistido al funeral la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y el presidente del Senado, entre otras autoridades. El funeral cuenta también con la asistencia de las máximas autoridades regionales, como la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola; la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María Félix Tena, o el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana.

El funeral ha sido presidido por el arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, quien estará acompañado por los obispos de Plasencia y Coria-Cáceres, Ernesto Jesús Brotons y Jesús Pulido, respectivamente, según informa EFE.