El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha cuestionado abiertamente el perfil del presidente de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, a quien ha descrito como "un experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias". Durante un encuentro informativo del Foro de la Nueva Comunicación, este jueves García Montero ha lamentado que la RAE "no esté en manos de un filólogo", sino de un catedrático de Derecho Administrativo, lo que, dice, "personalmente crea distancia".

En el foto patrocinado por Telefónica y celebrado en el Hotel Ritz de Madrid, el poeta y ensayista granadino, presentado por el periodista de RTVE Xabier Fortes, ha evocado a a los predecesores académicos de Muñoz Machado –Fernando Lázaro Carreter, Víctor García de la Concha y Darío Villanueva– como ejemplos de "grandes filólogos y hombres de la cultura" con los que él, como filólogo, "estaba acostumbrado a hablar". Ante la pregunta de cómo se llevan los responsables de ambas instituciones, afirmó que "intenta" colaborar, aunque subrayó que para ello "hay que respetar la independencia" de cada cual.

Durante el acto, en el que García Montero ha adelantado que prepara un nuevo libro de poemas que publicará Planeta, ha abordado "la incertidumbre del mundo y la soledad personal". También ha repasado la situación del Cervantes en plazas complejas como Tel Aviv, Moscú o Beirut, donde asegura que "el personal trabaja con dificultad". En el caso de Israel, explicó que una parte de la plantilla local propuso tras los atentados del 7 de octubre de 2023 organizar una exposición en solidaridad con las víctimas, "muchas de ellas hispanohablantes". A las críticas por ese gesto, que algunos interpretaron como una toma de partido, respondió: "Hay que estar falto de cualquier tipo de piedad humana si uno no se conmueve ante lo que está pasando en Gaza".

"Dinero sin escrúpulos"

Como suele ser habitual en sus intervenciones públicas, el director del Cervantes ha ampliado su reflexión al terreno político, vinculando el "negocio sin escrúpulos" con quienes "defienden la liquidación de la sanidad pública" o "se están cargando las universidades públicas por hacer negocio con las privadas". "Hay gente que respeta la dignidad humana y gente que lo único que quiere es ser dócil ante un dinero sin escrúpulos", proclamó.

Nombrado en julio de 2018, mes y medio después de la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, Luis García Montero ha sido ratificado en el cargo tras cada investidura socialista. Su gestión al frente del Instituto Cervantes ha estado marcada por un estilo abiertamente político y por declaraciones que con frecuencia exceden el terreno institucional. Además, compatibiliza su cargo, que tiene categoría de secretario de Estado, con colaboraciones semanales en El País, Infolibre y la Cadena SER, donde defiende posiciones cercanas al Gobierno.

Su tendencia a intervenir en polémicas públicas le ha acarreado críticas incluso dentro del Cervantes. En 2023 protagonizó un enfrentamiento con María Asunción Mateo, viuda de Rafael Alberti, a la que atacó desde su columna por sus memorias, en un tono que algunos miembros de la institución consideraron impropio de su cargo. Su actitud beligerante hacia otra viuda literaria, la de su amigo Ángel González, también ha sido objeto de críticas dentro y fuera de la institución que dirige. Pese a todo, García Montero no ha moderado su perfil militante ni su discurso, cada vez más combativo frente a lo que denomina "los negocios sin escrúpulos".