Fue en febrero de 2024 cuando explotó la bomba del 'caso Koldo' y la mancha de aceite de la corrupción comenzó a extenderse sobre el Gobierno de España y sobre el PSOE. Esta trama es como una especie de tela de araña que tiene diferentes nodos; y en uno de ellos se halla la Fundación Fiadelso, vinculada a José Luis Ábalos y cuya actividad es objeto de investigación estos días por parte del Tribunal Supremo.
El informe de la UCO sobre el patrimonio y la actividad económica del exministro de Transporte cita en varias ocasiones a esta fundación, cuyo nombre también aparecía en la documentación derivada de las grabaciones encontradas en el registro al domicilio de Koldo García. Ahí, se descubrió el carácter familiar de esta entidad, dado que ya se citaba a su hija Tatiana como encargada de algunos los asuntos del día a día.
Todos sus registros han sido borrados de internet, pero este periódico ha accedido a ellos -a través de webarchive- y ahí se puede apreciar que eran varias entidades las que colaboraban con Fiadelso, entre ellas, la Generalitat Valenciana, las Cortes valencianas, las diputaciones de Castellón y de Valencia; y la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Hay un documento, fechado en 2012, en el que expone sus logros durante este tiempo, entre los que señala la creación de decenas de puestos de salud, la mejora de las condiciones alimentarias de medio millón de personas y la instalación de las condiciones necesarias para que 1 millón de niños “disfruten de una escuela digna” y 2 millones de personas “abran grifos en su casa y encuentren agua”.
La fundación alardeaba aquí de haber ejecutado 200 proyectos en 15 países. Los más conocidos hasta ahora son los que se ejecutaron en Chimbote (Perú), donde, según publicó The Objective, movilizó 3,6 millones de euros para proyectos sociales y donde disponía de un inmueble. Al propio Ábalos llegaron a premiarle por su solidaridad en este punto, situado en la provincia de Santa.
¿Y cuáles son los otros proyectos que realizó Fiadelso? En la web de la organización figuraban algunos relacionados con la dictadura cubana, como un “curso taller de preparación de presidentes asambleas poder popular de la Habana”; o diferentes planes sobre las infraestructuras del municipio de La Lisa.
Indígenas bolivianos
El exministro -investigado por varias causas relacionadas con la corrupción- impulsó desde esta fundación diferentes proyectos con las comunidades indígenas en Bolivia (Chuquisca, Muyupampa, Tacobamba o Poroma), que tuvieron que ver con la educación y con las comunidades agrícolas.
El periódico ABC publicaba estos días una información que hacía referencia a una comunicación entre Ábalos y su hija, Tatiana, en la que éste la habría propuesto hacerse cargo de esta fundación, en 2015. Cabe recordar que la propia Tatiana -como aparece en el famoso informe Cerdán, de la UCO- reclamó a Koldo García que agilizara un pago de 4.472,33 euros, en 2018, a favor de esta entidad.
Una semana después, Cerdán contactó con el exasesor de Ábalos para preguntarle acerca del concepto que debía indicar en la factura. Lo más llamativo, en este sentido, es que la UCO encontró al poco tiempo una transferencia de 4.500 euros desde la empresa Servinabar 2.000 -epicentro de la trama de presunta corrupción en Navarra y vinculada a Cerdán- a favor de Fiadelso.
Según sospecha el Tribunal Supremo, “dichas gestiones evidenciarían, siempre en los términos indiciarios ya referidos, que don Santos Cerdán disponía, al menos hasta esa fecha, de una cierta capacidad de administración o muy fluida comunicación con la mencionada Servinabar".
Y añade: "Estos ingresos, además, procedentes de Servinabar y destinados a Fiadelso, no parecen haber tenido un carácter puntual sino periódico, en la medida en que don Koldo se disculpó por el retraso en el pago con doña Tatiana Ábalos (hija de don José Luis), asegurándole que dicha demora no se volvería a repetir”.
El último informe de la UCO
En la reciente documentación de la Guardia Civil sobre el patrimonio de Ábalos, se dedica un epígrafe a los fondos transferidos a Fiadelso, “ya fuera mediante operaciones bancarias desde las cuentas de Koldo o a través de imposiciones en efectivo”.
“Las finalidades de estos pagos son diversas. Algunos se habrían destinado a cubrir gastos puntuales, mientras que otros responderían a obligaciones periódicas, como el abono de una hipoteca”.
La UCO incide en que Ábalos cesó el 29 de diciembre de 1998 como responsable de la fundación, pero, pese a todo, mantenía una vinculación relevante con la misma, por varios motivos. En primer lugar, es titular de un inmueble, en la calle Conchita Piquer 10 (Valencia), junto con Manuel Valls Ferrer -miembro también de Fiadelso-, cuya hipoteca era sufragada en parte por el exministro.
Por otra parte, se considera probado -como se decía anteriormente- que Tatiana Ábalos tuvo ciertas funciones sobre cobros y subvenciones que recibía la Fundación, como se desprende del análisis de sus conversaciones.
Con respecto a los pagos detectados, la UCO considera que presentan un rasgo común: “no se han cubierto con fondos procedentes de las cuentas personales de Ábalos ni constan mecanismos de devolución o compensación”. De hecho, se considera que existía una fuente de ingresos paralela para este fin.
La hipoteca del local -350 euros mensuales- se ingresaba en una cuenta bancaria perteneciente a Ábalos, a Valls y a Gustavo Casal Ardines, quien fuera presidente del Patronato de la Fundación y posteriormente vinculado al PSOE valenciano.
Pagos en efectivo
Aquí se produce un hecho que ha llamado la atención a la UCO. Entre 2014 y 2018, Ábalos aportó más de 13.000 euros procedentes de sus cuentas personales. Sin embargo, a partir de 2018, coincidiendo con el inicio de su vinculación con Koldo, “los ingresos dejaron de realizarse por transferencia y comenzaron a efectuarse en efectivo”.
“Se han localizado mensajes expresos de Ábalos a Koldo con instrucciones para que se hiciera cargo de esta cuota”, inciden los investigadores. Y añaden que, llegado un punto, tanto Koldo como su mujer terminaron por referirse a esta obligación como “la hipoteca de José”.
La pareja conformada por Koldo García y su mujer también se habría encargado de gestionar determinadas transferencias relacionadas con la actividad de Fiadelso en Chimbote, que gestionaban con su contacto en Perú, de nombre Jennifer Balta Cueva.