La izquierda estatal y regional quiere elecciones en la Comunidad Valenciana. Pero, ¿qué modelo de candidatura quiere Sumar? ¿Y Compromís? ¿Es viable la unidad tras la ruptura de la alianza -aunque parcial- este verano en el Congreso de los Diputados? La dimisión de Carlos Mazón como president, aunque aspira a resolverse con una nueva investidura -con su segundo, Juanfran Pérez Llorca como mejor posicionado-, depende de la voluntad de Vox, por lo que hay abierta una posibilidad de que haya un adelanto electoral.
Esta semana, diversas voces del espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE reclamaron la apertura de urnas aun con la duda de como se articularía un instrumento amplio para lograr el objetivo junto a los socialistas de reeditar el Acuerdo del Botánico prolongado entre 2015 y 2023. Lo han solicitado desde IU a Podemos, que no pasan por su mejor momento. También la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Preguntados por la forma de concurrir, de darse el caso, apenas ha habido especificaciones desde los principales socios, aunque no se ponen frenos a la unidad, pero sí al formato. Horas después del anuncio de Mazón, la coordinadora del Movimiento Sumar, Lara Hernández, afirmó que "nuestro trabajo es constante con los compañeros" del aparato valenciano, pero también "con las fuerzas hermanas como Compromís". "Trabajaremos codo a codo" por "desalojar" al PP de la Generalitat. 24 horas después, desde el Congreso, la diputada de Compromís, Àgueda Micó, afirmó el martes que su partido representa a la izquierda "valencianista", marcando músculo ante posibles movimientos unionistas.
"Vamos a liderar, sea cuando sean las elecciones, una alternativa real a la derecha y a la extrema derecha negacionista (...). Si otros proyectos políticos quieren sumarse, es algo que la dirección de Compromís estudiará". En cualquiera de los casos, se reivindica a Compromís como el vehículo. A priori, ese deseo de integración no tendría inconvenientes para Sumar o IU, que quieren fomentar los espacios de unidad allí donde sea posible. La duda es el camino que quiera seguir la dirección de los nacionalistas, una coalición entre Més Compromís -el partido mayoritario-, Iniciativa del Poble Valencià y otros grupos menores.
Desde Sumar se aboga por la colaboración. Desde Més Compromís, el partido mayoritario, lo dejan en el aire, a estudio de la ejecutiva de la confluencia
Esa línea marcada por Micó recientemente es la misma que se lleva recalcando desde la alianza para las generales suscrita en 2023. Sobre todo, desde que Movimiento Sumar anunció su implementación en la Comunidad Valenciana posteriormente, aunque garantizando que respetaba el dominio electoral de Compromís y su derecho a liderar candidaturas. Pero el choque de junio, con la salida de Micó, sitúa a los valencianos en un estadio diferente.
Las reclamaciones de mayor autonomía en el Congreso no satisfechas llevaron a la cúpula del Més a votar a favor de la ruptura con Sumar y el salto al Grupo Mixto. Por otro lado, eso llevó a que el otro representante electo, de Iniciativa, Alberto Ibáñez, permaneciese por decisión de los suyos dentro de la coalición de los de Díaz. Se rompió la alianza valencianista en el Congreso mientras se mantuvo a nivel autonómico, con un cargo fuera, otra dentro de Sumar y dos discursos parecidos, objetivos comunes, pero distantes en cuestiones como los Presupuestos Generales del Estado.
Precisamente esa diferenciación generó brechas internas en el global de Compromís en julio, cuyo calibre en estos momentos no queda del todo claro. Y abrir ahora ese debate de alianzas con Sumar de nuevo podría ahondar las fisuras. "Debemos ir de la mano si queremos un buen resultado", destacan fuentes de Compromís en la Comunidad Valenciana, refiriéndose a Més e Iniciativa. No es descartable que, de haber elecciones, ocurra como en Extremadura, que Sumar se quede fuera como apoyo externo de Compromís o que en su defecto se incluyan a algunos rostros en los puestos medios de las listas. La implantación aún no es fuerte. Fuentes de Més y de Iniciativa, por ahora, creen que no es adecuado hacer hipótesis y que el asunto se abordará si se adelantan comicios.
Aunque el asunto electoral estuvo sobre la mesa nada más producirse el anuncio de Mazón, para estar preparados. Se apostó por resolver cuanto antes el liderazgo de la candidatura de apuntarse a un adelanto, para responder al clamor social del cambio tras el descontento de la gestión de la dana por el PP. Más allá de pugnas partidistas. El peso de Més es importante, por lo que previsiblemente el o la candidata será de sus siglas. Joan Baldoví sigue siendo el mejor posicionado.
En una entrevista en eldiario.es este martes, Baldoví aboga por esa unidad con Podem o EUPV-IU en torno a Compromís. "El País Valenciano ha sido un laboratorio de la política de extrema derecha (...). Ahora más que nunca debemos ser inteligentes y generosos para anteponer los intereses de la gente y los de nuestro país por encima de nuestros respectivos partidos. No menciona al Movimiento Sumar, algo destacable, aunque cree que la unidad de todos los eslabones de Compromís es necesaria tras la división en el Congreso.
La omisión de Sumar es ilustradora, lo que no quiere decir que no puedan abrirse a incorporar perfiles en sus candidaturas. Después de las elecciones gallegas de febrero de 2024, el fracaso de Díaz y su mano derecha Marta Lois, hizo comprender a una parte importante de Més que el camino de Compromís debe ser similar al de formaciones como el BNG, independientemente de las fuerzas estatales que buscan implantación territorial. El propio Baldoví, de cara a las europeas, mostró recelos a la unidad con Sumar que acabó dándose. En junio fue uno de los defensores de la salida de Sumar en el Congres en pro de esa autonomía.
Una división ideológica que pesa en el Congreso
Además de la petición de mayor independencia, otro de los motivos para la salida fue el rechazo inicial de Sumar a citar a Pedro Sánchez a la comisión de investigación de la dana del Congreso, que inició las comparecencias esta semana. Finalmente sí lo hará, pero en la última etapa de la misma.
Aunque las llamadas internas a la unidad en Valencia son claras, en estos meses diversos asuntos han marcado ciertas distancias entre Més e Iniciativa. Sánchez no era prioridad para Iniciativa, que no veía con malos ojos terminar por llamar al presidente del Gobierno. A ello se le ha sumado la posición con la quita de la deuda a la Comunidad Valenciana. La corriente de Micó, la más dura y soberanista, reclamaba tomar ya decisiones al respecto y condicionaba el apoyo al proyecto del Gobierno a que se solventase la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana. Iniciativa, de corte más ecosocialista, se mostraba comprensivo con un Ejecutivo del que sigue formando parte por su presencia en Sumar. Ibáñez garantizaba el apoyo a la propuesta de Hacienda.
Por otro lado, mientras Ibáñez evita especular con una convocatoria adelantada de elecciones, Micó ve indicios y posiciones que le hacen dudar de Sánchez. Desde Compromís se reconoce que hay un problema, dado que cada martes en el Congreso, en apenas poco margen de minutos comparecen ambos parlamentarios con discursos que a veces desentonan entre ellos. Pero, por ahora, no se ha abordado el tema para intentar ponerle solución.
Te puede interesar
