El futuro judicial de Leire Díez, la exmilitante del PSOE, podría no quedarse sólo en la causa en la que se investiga por presuntamente intentar extorsionar a un fiscal. La considerada fontanera se expone a que se la acuse de falso testimonio en una comisión parlamentaria en el Senado.
Díez y el empresario Javier Pérez Dolset se reunieron el pasado 7 de mayo con el fiscal Ignacio Stampa. Todo en presencia de Luis del Rivero, que presentó a ambas partes. En la cita, le pidieron información sensible para atacar al fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, y a miembros de la judicatura.
Stampa grabó ese encuentro, y ahora obra en la causa que se investiga en los juzgados de Plaza de Castilla, donde están imputados los dos miembros de la cloaca del PSOE así como un periodista, Pere Rusiñol, que se habría acercado en términos similares a un tercer fiscal, José Grinda.
En el audio de tres horas, al que ha accedido El Independiente, Leire Díez le confiesa a Stampa que no ejerce como periodista "en los últimos años". Desde que su nombre y sus actuaciones han salido a la luz, la mujer ha defendido siempre que es "periodista de investigación" y que estaba inmersa en la redacción de un libro sobre las "cloacas" del Estado, y con más precisión en las causas de hidrocarburos que se llevan en la Audiencia Nacional.
"De todas manera, también te digo una cosa, y fíjate quién te lo dice, que en el fondo soy una periodista, aunque obviamente no ejerzo de esto en los últimos años", se le escucha decir a Díez. Acto seguido, arremetió y menospreció a distintas cabeceras que han sido críticas con el Gobierno y los casos de corrupción que lo cercan.
El problema para la fontanera no está en esta conversación, si no en la comisión del Senado del conocido como caso Koldo. Compareció el 8 de septiembre, donde aseguró, una vez más, estar inmersa en una investigación periodística que culminaría en un libro sobre funcionarios y trabajadores de gobiernos que habrían actuado de manera ilegal en causas judiciales.
El 28 de octubre entregó un escrito a la comisión en el que se negaba a entregar un pendrive que entrego en la sede del PSOE y que contendría información sensible que respaldaría ese trabajo de investigación. Lo hizo amparándose en el "secreto profesional periodístico" y que hacía "valer mi derecho al secreto profesional en el ejercicio de la libertad de información".
La revelación de que lleva "años" sin trabajar de periodista desmontaría esa coartada, endeble desde su creación. El asunto es que la podría llevar a sentarse ante los tribunales por faltar a la verdad en sede parlamentaria. Todavía no se ha presentado ninguna denuncia contra ella, pero la tendencia de las acusaciones populares presentes en el resto de los casos pasa por judicializar cualquier hecho.
El precedente Cerdán
El precedente en el que se puede reflejar Díez le es conocido. El exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, está investigado por un juzgado madrileño por hechos similares. Cerdán, ahora en prisión por presuntamente cobrar comisiones de obras públicas, fue el jefe directo al que reportaba la cloaca del PSOE. Ellos niegan ser su mano derecha, pero este periódico desveló hasta el piso en el que se reunían.
La titular del Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid, Lidia Paloma Montaño, ha acordado admitir a trámite la querella presentada en septiembre por la asociación Hazte Oír. En el auto, fechado el pasado 15 de octubre, la magistrada razona que Cerdán "habría faltado a la verdad en dicha comparecencia cuando mantuvo que no habría contactado con Koldo de 2021 a 2023 más que en dos o tres ocasiones".
En su comparecencia, Cerdán aseguró que no se había reunido con Koldo García ni había hablado con él desde que se le detuvo en febrero de 2024. Por otra parte, aseguró que sus contactos con el exministro José Luis Ábalos habían sido excasos.
El auto de la magistrada es contundente. "El informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil revelaría lo contrario". Sus contradicciones serían "patentes y manifiestas a la vista del contenido del informe elaborado por la Guardia Civil, faltando Santos Cerdán en su testimonio cuando declaró que no habría contactado con Koldo García de 2021 a 2023, que no tendría conocimiento de que habría ejercido funciones de intermediario o fines lucrativos en la adquisición de mascarillas, que no habría dado instrucciones a esta persona para que se beneficiaran determinadas empresas, y que no habría tenido relación empresarial directa o indirectamente a través de terceros, empresa o sociedad interpuesta con Koldo García".
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