Leire Díez ha acudido este lunes a declarar ante el juez en el marco de las diligencias que se siguen contra ella por presuntos delitos tráfico de influencias y cohecho. La exmilitante socialista ha pedido la nulidad de las grabaciones presentadas por diversas partes y que apuntalan los indicios contra ella en el marco de la causa que dirige el Juzgado de Instrucción Número 9 de Madrid.

La defensa de Díez sostiene en su escrito, al que ha accedido El Independiente, que las grabaciones de su encuentro con Stampa y con el empresario Alejandro Hamlyn suponen una "intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen de los afectados, derecho a la protección de datos y derecho al secreto profesional". Además, insiste en que se vulneran dichos delitos, puesto que las grabaciones se hicieron en un ámbito privado en el despacho profesional de un letrado.

También considera que el contenido de la grabación de su encuentro con Alejandro Hamlyn, "ha sido editado y manipulado en aras al interés periodístico, lo que aporta un contenido "descontextualizando lo sucedido en dicha reunión a fin de que pareciera de ella deducirse la existencia de un ilícito por parte de alguno de los intervinientes y reforzar los artículos periodísticos publicados alrededor de dichas grabaciones".

La ex alto cargo de Correos tendrá que rendir cuentas ante el juez por sus reuniones con los fiscales José Grinda e Ignacio Stampa, a los que les ofreció ventajas laborales a cambio de información comprometida sobre el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón.

"Mano derecha" de Santos Cerdán

En Sala, la exconcejal del PSOE y sus presuntos colaboradores, Javier Pérez Dolset y Pere Rusiyol han podido escuchar diferentes grabaciones que ya obran en la causa y que evidencian como Díez se presentaba en nombre del PSOE. No obstante, se ha producido problemas técnicos que han imposibilitado la reproducción al completo de la grabación del fiscal Stampa, la cual ha sido clave para confirmar que la investigada se consideraba la "mano derecha de Santos Cerdán". Según lo afirmado durante la reunión, Pedro Sánchez ordenó "limpiar todo".

Bajo estas credenciales, Díez, acompañada en ocasiones por Javier Pérez Dolset, Pere Rusiñol o Jacobo Teijelo, puso en marcha sus contactos con un objetivo claro: conseguir información delicada para anular varias de las causas que afectan al PSOE. Para ello, se reunieron también con empresarios del mundo de los hidrocarburos, de los que querían recopilar información comprometida sobre jueces y el teniente coronel de la UCO, Antonio Balas.

Además de las grabaciones, también obran en la causa diversos mensajes que apuntalan los indicios contra Leire Díez y sus colaboradores. Entre dichas comunicaciones los mensajes intercambiados entre Stampa y el empresario Luis del Rivero en los que también se pone de manifiesto que la exconcejal se presentaba en nombre de Ferraz y como "mano derecha" de Santos Cerdán.