Juan Carlos I cuenta en sus memorias, Reconciliación (Planeta) publicado hoy en España cómo el célebre “¿Por qué no te callas?”, que soltó a Hugo Chávez durante una Cumbre Iberoamericana nació de un estallido de rabia ante la falta de respeto en la Cumbre Iberoamericana de 2007 y acabó convertido en un lema político que recorrió medio mundo.
“El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, sentado a mi lado, trató de defender a su predecesor, José María Aznar —y eso que era su adversario político—, a quien Chávez había llamado «fascista». Zapatero invocó el respeto democrático, pero fue en vano: el presidente venezolano continuó con su incesante retahíla de comentarios provocadores”, relata en Monarca. “Yo hervía de rabia. Zapatero me tiraba de la chaqueta para que no interviniera. Chávez había sobrepasado con creces su tiempo de intervención y la anfitriona, Michelle Bachelet, no decía nada. Estaba poniendo muy a prueba mi paciencia con insistencia, asombrado y molesto a la vez, hasta que no pude más y le dije: «¿Por qué no te callas?». Entonces me levanté y abandoné la reunión. Michelle Bachelet me persiguió por el pasillo: «Por favor, majestad, vuelva!»” explica Juan Carlos I.
Además de contar en primera persona esta situación que dio la vuelta al mundo. El rey emérito relata también que un abogado sudafricano amigo suyo le ofreció registrar la frase como marca para explotar su éxito comercial, propuesta que rechazó porque no quería beneficiarse de un episodio que, en su opinión, solo buscaba restablecer la corrección entre jefes de Estado.
“Obviamente, me negué. Supe luego que en toda Hispanoamérica se distribuían camisetas, se vendían tonos de móvil y se creaban páginas web con la frase, y que el vídeo en YouTube batía récords de visualización. A mi pesar, «¿Por qué no te callas?» se convirtió en un lema de resistencia política. Recibí muchos mensajes alabando mi intervención intempestiva, y no solo de la oposición democrática venezolana. No era lo que pretendía; solo quería asegurarme de que imperaba el respeto entre jefes de Estado. Chávez había insultado a un presidente de Gobierno español, lo que equivalía a atacar a mi país, y eso era intolerable”, recuerda.
“El asunto había terminado, pero la frase quedaría para la historia”
Las memorias también avanzan que, meses después del incidente de Santiago, Chávez acudió a Palma de Mallorca para tratar de cerrar la crisis diplomática. Juan Carlos explica que lo recibió en su residencia de verano en 2008 y que, con ánimo de rebajar la tensión, le entregó un obsequio relacionado con la frase, convertido ya en símbolo del choque y en motivo de bromas entre ambos. “Cuando llegó le dije: «Tengo un regalo para ti», y le entregué un polo donde en grandes letras ponía: «¿Por qué no te callas?»”.
Con esta broma cerró el conflicto entre ambos mandatarios y Chávez volvió a vender petróleo a las empresas españolas. “El asunto había terminado, pero la frase quedaría para la historia”, concluye el emérito.
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