El 29 de octubre de 2024, durante la jornada de la devastadora DANA, el entonces presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la exconsellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, intercambiaron diversos mensajes de WhatsApp. Entre ellos figura el aviso que Pradas le trasladó a primera hora sobre la preocupación por la evolución del barranco del Poyo, a lo que Mazón respondió con un escueto "Cojonudo".

Estos mensajes forman parte de la documentación que la exconsellera ha entregado a la jueza encargada de investigar la gestión de la emergencia, en una causa en la que tanto ella como su antiguo número dos, Emilio Argüeso, figuran como investigados. Pradas ya había mencionado por primera vez estos intercambios en una entrevista emitida en Salvados, tras la cual la magistrada le solicitó aportar el historial completo.

A las 11:32 de aquella mañana, Pradas mantenía informado a Mazón sobre el temporal: evolución de las alertas, estado del litoral, rescates y actuaciones en marcha. Entre otras cuestiones, le trasladó que dos pabellones de una residencia de mayores en Carlet se habían inundado, aunque la situación estaba controlada porque los residentes habían sido reubicados según Europa Press.

A primera hora de la tarde, sobre las 13:03, volvió a escribirle para advertirle de que lo más preocupante en ese momento era la situación en la Ribera Alta —incluidos el barranco del Poyo y el río Magro—, donde acababa de decretarse la alerta hidrológica. También detalló el refuerzo del 112 y la movilización de bomberos forestales y del Consorcio de Valencia, además de las recomendaciones por el temporal marítimo. Un minuto después añadió que se estaban realizando rescates con helicóptero y que se había pedido apoyo al Consorcio de Castellón. A este bloque de mensajes llegó la contestación de Mazón: "Cojonudo".

En ese mismo intercambio, Pradas aprovechó para comunicarle un asunto ajeno al temporal: la inminente firma de un preacuerdo con los bomberos forestales, prevista para el día siguiente. Mazón reaccionó con entusiasmo.

Ya a las 14:11, Pradas le avisó de que la situación “se complicaba en Utiel”, un mensaje que no obtuvo respuesta. Poco después, Mazón se dirigió al restaurante El Ventorro, donde tenía previsto almorzar con la periodista Maribel Vilaplana, permaneciendo allí hasta alrededor de las 19:00 horas. Más tarde, se desplazó al Cecopi, al que llegó a las 20:28.