"Si hay vetos, que Podemos no cuente con nosotros para nada", trasladan fuentes autorizadas de la izquierda aragonesa ante la tentación de replicar la candidatura de Extremadura en la región. Los morados vienen defendiendo desde el aparato estatal la necesidad de abrir un tiempo nuevo en lo que a alianzas se refiere, sin Sumar y "los partidos de la guerra" en referencia al rearme. Aquellos que sostienen al PSOE en el Gobierno. Eso no ha impedido a Podemos reeditar la candidatura con IU -que sigue brindando apoyo a Sánchez- en Extremadura bajo el paraguas de Unidas por Extremadura. Reflejan así que el problema siempre ha sido Sumar, no el resto de socios. Todo en un momento de seria tensión en los que la sostenibilidad del Ejecutivo empieza a ponerse en duda.
Con esos vetos a los magentas en circunscripciones como Castilla y León o Andalucía, donde concurrirá como candidato el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, por un lado y el Juan Antonio Delgado, de Podemos, por otro, el adelanto en Aragón abre la oportunidad por primera vez desde las generales de 2023 de que toda la izquierda a la izquierda del PSOE vaya unida. Sería la primera vez de la historia de la comunidad, de conseguirse. Pero para Sumar hay un riesgo: fuentes estatales de la organización apuntan que si Irene de Miguel, de Podemos, consigue un buen resultado en Extremadura, será más difícil llegar a un consenso con los morados para meter en la ecuación a Chunta Aragonesista (CHA) y Sumar en una alianza a cuatro. Hay temor por que se crezcan tras las urnas.
Sobre todo, porque el actual coordinador autonómico de Podemos es próximo a Madrid y a la secretaria general, Ione Belarra. Recién ubicado al frente de la organización tras unas primarias, superado un largo periodo de desorden interno por el enfrentamiento con su único representante en las Cortes de Aragón, Ricard Mitjana se muestra fiel a Madrid. Su falta de asentamiento en el territorio tampoco posibilita hacer valer su posición, como De Miguel. Así lo pronostican fuentes de Sumar. Mitjana formó parte de ese equipo técnico de transición designado por Madrid para ordenar el partido. Difícilmente entraría en choque con la dirección nacional de ponerlo en un brete.
En última instancia la decisión de coalición debería apoyarla la militancia. La última vez que Podemos accedió a ir con Sumar, en las gallegas del año pasado, pese a acordarlo el aparato autonómico, una campaña a la contra de Pablo Iglesias, supuso un rechazo mayoritario de las bases.
Los magentas estiman un crecimiento de la marca extremeña, principalmente por el desgaste de los socialistas, resignados con Miguel Ángel Gallardo, procesado por delitos de tráfico de influencias y cohecho por la causa de David Sánchez, el hermano del presidente del Gobierno. Y por los escándalos de presunta corrupción o por acoso sexual. Creen que muchos votantes progresistas recurrirán a Unidas como papeleta refugio. Frente a esa concepción de que Podemos puede tensionar mucho más el diálogo, otras fuentes de alto grado en Sumar apuntan a que si bien es esperan que Podemos se envalentone, no creen que esa "euforia" vaya a tener mayor recorrido que "unos días". La clave, recalcan, es lo que quiera hacer Podemos Aragón y si el aparato estatal está dispuesto a enfrentarse a su delegación con riesgo de que todo salte por los aires.
La izquierda, inmersa en conversaciones con Podemos
Este miércoles, Maíllo aseguró que IU se encuentra inmersa en conversaciones con todas las opciones a la izquierda del PSOE con "la mano tendida". Incluido con Podemos Aragón. El dirigente izquierdista se mostró optimista y lo enmarcó todo en la necesidad de dar una respuesta unitaria a un órdago del PP por no poder sacar los presupuestos regionales por el veto de Vox. Se quiere proponer una oferta de izquierdas y hacer lo posible en capitalizar el desgaste de los socialistas para al menos poder hacer frente a la derecha.
El límite para lograr un acuerdo es el próximo 26 de diciembre, cuando acaba el plazo para presentar candidaturas. Las elecciones serán el 8 de febrero. Y, por ahora, el aparato morado aragonés se muestra dispuesto al diálogo incluso con formaciones como CHA, algo que desde Madrid, este lunes, el secretario de Organización y coportavoz de Podemos, Pablo Fernández, no vislumbraba. En Podemos Aragón creen que CHA debe estar dentro de esas conversaciones, que es lo mismo que hablar de Sumar. Este martes, el representante de CHA dentro del Congreso, Jorge Pueyo, dejó en manos de la dirección de su partido esa alianza. Los aragoneses tienen también dudas por el comportamiento ambiguo de Podemos hasta este momento y no quieren renunciar a sus siglas, pero entienden que Aragón está en un escenario crítico.
Asimismo, tienen que resolver quién lideraría la marca tras unas primarias que se dirimirán entre Pueyo e Isabel Lasobras, que aún no han presentado candidaturas. En esa comparecencia, Pueyo mostró músculo e hizo un guiño autonómico de que su formación planta cara al PSOE.
Si Podemos, bajo el liderazgo de su nuevo coordinador, Mitjana, aceptan concurrir en confluencia sin seguir el criterio de Madrid, CHA tendrá muy complicado negarse a esa unidad. Más con la presión de IU, con quien más relación han tenido en la autonomía. Desde Movimiento Sumar, que tiene aparato autonómico, aunque como en Extremadura apenas está asentado, aseguran que no pondrán barreras y fomentarán la alianza de las fuerzas que vienen trabajando en la región. No apostaría por una lista autónoma "marginal", sino que apoyaría una candidatura de CHA, IU y Podemos con los puestos de salida figurando testimonialmente en ella. En Castilla y León, por ejemplo, ni Sumar ni Verdes-Equo concurrirá por la provincia de Zamora para dejar libertad a IU.
Además de Maíllo, la coordinadora autonómica de IU Aragón, Marta Abengochea, viene remando a favor de la alianza en las últimas horas. De conseguirse, la alianza sería la primera entre las izquierdas a nivel regional, después de varias experiencias en generales entre CHA e IU, así como Zaragoza en Comú en el plano municipal, con todas las formaciones progresistas a la izquierda del PSOE. Fuentes de Sumar confían en que CHA entienda la situación y la altura de miras que requiere la política aragonesa; y centran su atención en Podemos: "Tendrán que explicarlo si al final no quieren. También en Andalucía".
Unidas por Extremadura, en ascenso
En las pasadas elecciones de 2023, la coalición extremeña de izquierdas logró cuatro escaños y el 6% de los votos. En esta campaña, las sucesivas encuestas han dado a la unión de Podemos e IU picos de hasta 6-7 escaños y hasta el 10% de los votos. Aunque la tendencia es que puedan ganar algo de terreno y queden entre los cinco y los seis parlamentarios. Ninguna le da a la izquierda una suma alternativa con el PSOE.
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