La Guardia Civil, en colaboración con las autoridades policiales de Países Bajos, ha desarticulado una organización criminal de carácter familiar dedicada al tráfico internacional de drogas tras una operación que se ha saldado con la detención de tres personas y la intervención de alrededor de 600 kilos de cocaína en distintos países europeos.

La operación, denominada Tulp, ha permitido desmantelar un entramado criminal que operaba en España, Bélgica y Países Bajos, y que estaba especializado tanto en el envío internacional de grandes cantidades de droga como en el blanqueo de capitales. Entre los detenidos figura uno de los miembros del grupo considerado High Value Target (objetivo policial de alto valor) a nivel internacional, según la Guardia Civil.

La investigación se inició hace más de dos años por la Unidad Nacional de Investigación e Intervención de la Politie de Países Bajos, a raíz del análisis de comunicaciones encriptadas a través de la plataforma Sky ECC, utilizadas por los sospechosos en una operación anterior. A partir de esos chats, los investigadores detectaron la existencia de un grupo criminal internacional integrado por miembros de una misma familia, con una estructura estable y roles bien definidos.

Durante el desarrollo de las pesquisas, las autoridades comprobaron que uno de los integrantes del clan se había asentado en la isla de Ibiza. A partir de ese momento, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se incorporó a la investigación, centrando sus esfuerzos en este individuo, señalado como el principal responsable de dirigir la red criminal desde España y coordinar los envíos internacionales de droga.

A lo largo de la investigación se llevaron a cabo varias aprehensiones de cocaína en distintos puntos de Europa, hasta alcanzar un total aproximado de 600 kilogramos intervenidos, todos ellos vinculados a la actividad del entramado desarticulado.

Tras meses de trabajo conjunto entre ambos cuerpos policiales, durante este mes de diciembre se ha procedido a la detención de los tres miembros de la organización y a la realización de numerosos registros domiciliarios tanto en Países Bajos como en España. En estos registros se ha incautado numerosos dispositivos electrónicos, documentación considerada clave para el avance de la investigación, varios vehículos, importantes cantidades de dinero en efectivo y relojes de lujo.

La investigación ha estado dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza y ha sido desarrollada por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, a través del Equipo contra el Crimen Organizado con sede en Baleares, de forma conjunta con la Unidad Nacional de Investigación e Intervención de la Politie de Países Bajos. La operación ha contado además con la colaboración y coordinación de EUROPOL.