La superluna de noviembre dejó el listón muy alto. Su tamaño aparente y su brillo sobre el cielo español marcaron uno de los momentos astronómicos más destacados del otoño. Con esa Luna del Castor todavía reciente, diciembre se prepara ahora para despedir el año con otro evento excepcional: la última luna llena de 2025. Coincidirá además con ser una especialmente elevada, algo que podría no volver a repetirse hasta 2042 según algunas previsiones astronómicas.

La luna llena de diciembre -que recibe el nombre de Luna Fría- alcanzará su máximo en la madrugada del 5 de diciembre. Será alrededor de las 02:14 horas en la España peninsular, aunque su aspecto completamente iluminado podrá disfrutarse durante varias noches. El fenómeno cerrará un ciclo poco habitual de tres superlunas consecutivas, registradas en octubre, noviembre y ahora diciembre. Esta alineación, unida a la posición especialmente alta que alcanzará el disco lunar en el cielo, anticipa un final de año marcado por la luz del satélite.

¿Por qué se le conoce como Luna Fría?

Esta luna llena de diciembre es conocida tradicionalmente como Luna Fría. El nombre procede de antiguas denominaciones utilizadas en el hemisferio norte para referirse a los plenilunios en función de las condiciones de cada mes. En este caso, el término hace referencia al descenso de las temperaturas y a la llegada de las noches más largas del año.

La Luna Fría de este año ha coincidido con el perigeo, momento en el que la órbita lunar la sitúa más cerca de la Tierra. Esto provoca que el disco se perciba ligeramente más grande y brillante que en un plenilunio corriente, lo que convierte el fenómeno en una superluna. Aunque la diferencia no es drástica a simple vista -y sigue siendo más destacable la de noviembre-, es suficiente para ofrecer un aspecto más imponente.

Cuándo, dónde y cómo verla desde España

El mejor momento para observar la Luna Fría será la noche del 4 al 5 de diciembre. El satélite aparecerá por el este poco después del anochecer y ascenderá progresivamente hasta culminar en las horas centrales de la madrugada. Para quienes vivan en zonas urbanas, la superluna seguirá siendo perfectamente visible, aunque la experiencia será más llamativa en espacios abiertos, lejos de la iluminación intensa, como áreas rurales, playas, miradores naturales o parques periurbanos.

Este diciembre presenta además una particularidad que la comunidad astronómica viene destacando desde hace meses. Debido al ciclo mayor de oscilación lunar, conocido como standstill mayor, la Luna alcanzará una altura inusualmente elevada en el cielo nocturno del hemisferio norte. Muchos expertos han señalado que este comportamiento extremo no volverá a repetirse hasta 2042, lo que añade interés tanto para observadores casuales como para fotógrafos nocturnos.

Otros fenómenos astronómicos en diciembre

La superluna no será el único fenómeno relevante del mes, ya que diciembre cuenta con un calendario lunar completo, desde las fases hasta lluvias de estrellas. Tras el plenilunio, la Luna entrará en cuarto menguante alrededor del 11 de diciembre, disminuirá por completo su iluminación con la luna nueva del día 20 y volverá a recuperar brillo hacia el cuarto creciente del día 27.

La ausencia de luz lunar durante la fase nueva coincidirá con el periodo de actividad de las Gemínidas, una de las lluvias de estrellas más destacadas del año, entre el 4 y el 17 de diciembre. Tras ellas llegarán las Úrsidas, desde el día 17 hasta el 26 de este mes.

Si las condiciones meteorológicas acompañan, España podría disfrutar de un cielo notablemente oscuro para observar meteoros en torno a mediados de mes, especialmente en zonas alejadas de contaminación lumínica.

El cierre luminoso que da comienzo al invierno

La Luna Fría de diciembre no solo marca el final del calendario lunar de 2025, sino que pone el broche a un trimestre inusualmente rico en superlunas. Su brillo intenso, su posición elevada y el simbolismo de la llegada del invierno convierten este fenómeno en una oportunidad privilegiada para mirar al cielo y despedir el año con un instante de pausa. Este plenilunio llega pocas semanas antes del solsticio de invierno, que este año tendrá lugar el 21 de diciembre y marcará la noche más larga del año. La Luna Fría está tradicionalmente vinculada a este momento del ciclo solar, cuando las temperaturas descienden y se abre paso la estación invernal.

Por tanto, la madrugada del 5 de diciembre ofrecerá uno de los últimos grandes espectáculos astronómicos del año para quienes se detengan a observarlo. Una despedida del 2025 como recordatorio de que el firmamento marca ritmos y ciclos que, aunque constantes, siguen siendo capaces de sorprender.