El intenso martes de trabajo contra los incendios continuará toda la noche con un panorama de emergencia en buena parte de España. Al menos seis comunidades autónomas -Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Madrid- registran incendios graves cuya evolución esta condicionada por unas condiciones meteorológicas muy adversas: altas temperaturas persistentes, rachas fuertes de viento y tormentas secas que complican los trabajos de extinción y favorecen la propagación de las llamas.
José Ramón González, experto en incendios y vocal del Colegio Oficial de Ingenieros Forestales explica a El Independiente que las noches, normalmente son aliadas contra el fuego por la bajada de temperaturas, no lo están siendo este verano: “Si la temperatura nocturna baja, se reduce mucho la intensidad de la llama. Este año, en muchas zonas, las noches no están dando tregua. Ojalá eso cambie en los próximos días porque podría ser decisivo”.
El cuadro meteorológico sigue jugando en contra. Las altas temperaturas, el viento intenso y las tormentas secas están generando un cóctel de alto riesgo que no solo complica la extinción, sino que también aumenta las posibilidades de que surjan nuevos focos, tanto por igniciones naturales como —lamentablemente— por acciones humanas.
Las previsiones no anuncian un enfriamiento significativo a corto plazo, lo que significa que los próximos días podrían mantener e incluso agravar el nivel de alerta. Por ello, las autoridades insisten en que la colaboración ciudadana es fundamental: seguir las recomendaciones de protección civil, respetar confinamientos y desalojos cuando se ordenen, evitar actividades de riesgo y estar atentos a las actualizaciones oficiales.
Ourense, en situación extrema
Galicia es, hoy por hoy, la comunidad más castigada, y dentro de ella, la provincia de Ourense concentra la mayor gravedad. Según datos de la Consellería de Medio Rural, Ourense registra doce de los dieciséis fuegos de más de veinte hectáreas activos en Galicia. Entre ellos, destaca el incendio de Chandrexa de Queixa-Requeixo, que arrasa aproximadamente 3.500 hectáreas y se ha convertido en uno de los más extensos de la temporada. Le siguen otros frentes importantes como Maceda-Santiso (500 hectáreas), Montederramo-Paredes (120 ha), Dozón-O Castro en Pontevedra (100 ha), o Samos-Santalla en Lugo (200 ha).
La alta concentración de fuegos ha llevado a la Xunta a activar este martes la Situación 2 de emergencia a nivel provincial en Ourense. Esta medida permite coordinar con mayor agilidad los recursos, intercambiarlos entre distintos frentes y solicitar apoyo de otras administraciones. Tal como ha explicado el presidente gallego, Alfonso Rueda, esta decisión busca “actuar con rapidez y eficacia” ante un escenario en el que “la meteorología no ayuda debido a las altas temperaturas y las rachas de viento”.
La virulencia de las llamas ha obligado a tomar medidas drásticas en algunas zonas. En A Mezquita, por ejemplo, se ha desalojado una residencia de la tercera edad, trasladando a todos sus residentes a lugares seguros. En la Estación Invernal de Manzaneda, las autoridades han decretado el confinamiento preventivo de la población.
También se han producido cortes de carreteras y autovías, como la AG-53 y la N-525, y el fuego incluso ha afectado a la alta velocidad ferroviaria en Ourense, lo que ha interrumpido conexiones clave. Algunas localidades han visto como las llamas se acercaban peligrosamente a núcleos urbanos, y en la propia ciudad de Ourense se han registrado momentos de máxima tensión con frentes de fuego aproximándose a las áreas periféricas.
Un despliegue masivo de efectivos
El volumen de recursos humanos y materiales movilizados es enorme. Según datos del Ministerio del Interior, más de 5.000 efectivos de la Policía y Guardia Civil están trabajando en el operativo, encargándose no solo de colaborar en la extinción, sino también de garantizar la seguridad en evacuaciones y confinamientos, controlar el tráfico en las vías afectadas e investigar el origen de los incendios.
A ellos se suman los bomberos autonómicos y municipales, brigadas forestales, miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), y personal de protección civil. A pesar de las medidas de seguridad, cuatro bomberos han resultado heridos, uno de ellos de gravedad. En Oímbra, tres brigadistas municipales permanecen hospitalizados, y el presidente Rueda ha expresado públicamente su deseo de que se recuperen lo antes posible.
Mensaje contra los incendiarios
Tanto Alfonso Rueda como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han reiterado su rechazo frontal contra aquellos que provocan de forma intencionada estos fuegos. El líder de la Xunta ha afirmado que “muchísimos de los incendios son provocados” y ha lanzado un mensaje tajante: “Los perseguiremos hasta el final e intentaremos dar con todos los que están provocando incendios”.
Por su parte, Pedro Sánchez, en un mensaje en la red social X, ha advertido que "la noche será complicada en muchas zonas de España", ha pedido precaución y ha expresado su apoyo a las personas afectadas, así como sus deseos de pronta recuperación para los bomberos heridos. También ha subrayado que “todos los medios del Gobierno” están movilizados para combatir esta emergencia.
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