Lamine Yamal se ha hecho mayor. El joven promesa del fútbol cumplía ayer, 13 de julio, la mayoría de edad y lo ha celebrado por todo lo alto: un extravagante fiestón que no han querido perderse los casi más de 200 invitados del mundo del faranduleo que acudieron este fin de semana al convite, en una exclusiva masía situada en Olivella (una localidad cercana a Sitges). El alquiler de la mansión, en medio de una montaña, es de 40.000 euros a la semana. Al extremo del Barça no le tiembla el pulso a la hora de apoquinar para su cumple.

La fiesta se alargó hasta las seis de la mañana del día de ayer y, pese a que los móviles estaban prohibidos, incapacitando a los asistentes grabar lo que allí dentro sucedía, la polémica no ha tardado en saltar por los aires: parece ser que uno de los entretenimientos principales del jolgorio era una actuación de personas con enanismo. Así lo ha denunciado la Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE), quien ha anunciado que emprenderá "las acciones legales y sociales oportunas para salvaguardar la dignidad de las personas con discapacidad".

La ADEE considera que estos hechos "vulneran no sólo la legislación vigente, sino también los valores éticos fundamentales de una sociedad que se pretende igualitaria y respetuosa", y ha explicado que la contratación de personas con enanismo está prohibida en determinadas circunstancias por la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad. "Es absolutamente inadmisible que en pleno siglo XXI se siga recurriendo a personas con enanismo como simple diversión o reclamo en fiestas privadas. Más preocupante aún es que estos hechos estén vinculados a figuras públicas como Lamine Yamal. Nuestra dignidad y derechos no son un entretenimiento para nadie, bajo ningún concepto", ha declarado la presidenta de la asociación, Carolina Puente.

La fiesta 'gánster' de Lamine Yamal.

La fiesta de cumpleaños de Lamine Yamal tenía corte gánster. Así lo requería el código de vestimenta y la decoración de la misma, inspirada en la mafia y con una tarta decorada con pistolas. No quisieron perdérsela cantantes de la talla de Bad Gyal, Quevedo, Morad o Bizarrap; ni influencers como IlloJuan, Marta Díaz o The Grefg. Tampoco faltaron futbolistas, compañeros de trabajo del joven promesa: Lewandowski, Raphinha, Héctor Fort o Szczesny. La ciudad de Barcelona, a modo de regalo por su parte, le retrató como un superhéroe en un mural del barrio de Gracia.

Estaba previsto que el evento empezara a las 19:00 pero, por motivos meteorológicos, tuvo que retrasarse hasta las 21:00 horas. Yamal habría sido el primero en llegar a la finca, tras una discreta comida familiar en su restaurante preferido. La fiesta comenzó en Olivella, con un estricto dispositivo de seguridad: controles policiales, cámaras termográficas e incluso drones que sobrevolaban la zona. Pero ningún control ha podido retener la polémica.

El futbolista habría contratado "chicas de imagen" para acudir a la fiesta, un eufemismo "machista" que describe a estas mujeres como "meros objetos de decoración", tal y como desveló la modelo Claudia Calvo en el programa TardeAR. Calvo aseguró que una persona del equipo de Lamine Yamal le pidió que buscara "chicas de imagen" para la fiesta, que recibirían tarjetas de crédito con un valor de entre 10.000 y 20.000 euros. ¿Los requisitos? Tener entre 18 y 25 años, "cierto color de pelo y tamaño de pecho".

Las redes no han tardado en estallar contra el joven promesa, tildándolo de "niñato" y "putero declarado". "Siempre he dicho que el padre arruinaría la carrera de Lamine Yamal, pero tampoco descarto que se la arruine él mismo", ha declarado un usuario de X, en una publicación que acumula ya más de 5.000 me gusta.

Así, tras una noche de desfase, tocaba vuelta al trabajo. Todos los jugadores del FC Barcelona fueron convocados el domingo para realizar las habituales pruebas médicas y físicas en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí. Como a su fiesta de cumpleaños, Lamine Yamal llegó puntual: a las nueve de la mañana estaba fresco como una lechuga, como si no hubiera pasado una noche que, seguro, no olvidará nunca.