La muerte de Charlie Kirk, polemista referente del conservadurismo estadounidense, ha situado bajo los focos a su viuda, Erika Kirk. Nacida Erika Frantzve en 1988 en Scottsdale, Arizona, su perfil trasciende la etiqueta de esposa de: fue miss en 2012, jugadora de baloncesto universitaria, emprendedora cristiana y, más recientemente, rostro visible de un ministerio digital y de una marca de ropa con vocación evangelizadora.
Formada en Ciencias Políticas e Internacionales en la Universidad Estatal de Arizona y con un máster por la misma Liberty University con la que su marido estuvo vinculado durante años, Erika alternó desde joven muchas facetas. Antes de entrar en el universo de los think tanks conservadores trabajó como modelo y actriz en Nueva York y China, al tiempo que participaba en labores benéficas a través de Everyday Heroes Like You, una fundación creada en 2006 para dar visibilidad a causas sociales de base.
Su coronación como Miss Arizona USA coincidió con su 23 cumpleaños y la catapultó a la final de Miss USA. No logró entrar entre las clasificadas, pero sí consolidó una imagen pública que luego reconduciría hacia su faceta de predicadora laica. Con más de un millón de seguidores en su cuenta de Instagram, en 2019 lanzó el pódcast Midweek Rise Up, donde cada miércoles combina pasajes bíblicos con reflexiones de liderazgo espiritual. Ese mismo año inició Bible in 365, un plan de lectura diaria de las Escrituras que, según sus promotores, ha atraído a miles de participantes en varios países.
'Streetwear' cristiano
En paralelo, fundó Proclaim, una firma de ropa y accesorios Made in USA que integra un mensaje religioso explícito. Cada camiseta, sudadera o gorra lleva inscrita la intención de "equipar a los creyentes para vivir su fe con valentía" y sus beneficios financian la expansión de Bible in 365. La propia página de la marca insiste en que no se trata de estilo ni tendencias, sino de "hacer el cielo más concurrido".
Su relación con Charlie Kirk comenzó en 2019 en Nueva York. Se comprometieron en 2020 y se casaron un año después en Scottsdale, en una ceremonia costeada en parte por Turning Point USA, la organización cofundada por el polemista conservador. Tuvieron dos hijos y hasta los últimos meses se les veía juntos en convenciones y actos políticos. Este miércoles, Erika estaba con sus dos hijos en el auditorio de la Utah Valley University cuando su marido fue asesinado en el escenario. Viuda a los 36 años, está por ver cómo dará continuidad a sus proyectos empresariales y evangélicos.
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