Isabel Pantoja ha reaparecido este jueves en los juzgados de Pozuelo de Alarcón para confirmar la demanda que mantiene abierta contra Mediaset, productoras vinculadas y distintos colaboradores por la difusión de datos médicos y aspectos íntimos de su vida privada. Han pasado diez meses desde su última aparición pública –salvo unas imágenes furtivas en El Rocío el pasado mayo– y la cantante ha optado por no desviarse del motivo de su cita judicial pese a la expectación generada por las recientes declaraciones de sus hijos en televisión.
La artista ha llegado poco antes del mediodía en una furgoneta con cristales tintados. Con el pelo recogido en una coleta, gafas de sol y un abrigo acolchado blanco, ha recorrido a pie el tramo final hasta la sede judicial acompañada por su hermano, Agustín Pantoja, y por su abogado, Eduardo de Urbano. A preguntas de la prensa, se ha limitado a afirmar que se encuentra “bien, un poquito resfriada”, sin responder a los comentarios que Kiko Rivera e Isa Pantoja realizaron en sus respectivas entrevistas en De Viernes en las últimas semanas.
Pantoja pide cinco millones
La visita responde al trámite necesario para que la causa siga su curso. La artista reclama más de cinco millones de euros por la divulgación de información médica durante su ingreso hospitalario del 5 de julio de 2024, episodio que desencadenó su ofensiva judicial. La querella, admitida a trámite hace meses, permanece pendiente de nuevas diligencias. En octubre, la defensa de Pantoja ya solicitó al juzgado un impulso procesal al considerar que el procedimiento estaba paralizado sin explicación y que la difusión de contenidos sobre su vida privada continuaba en los mismos medios denunciados.
Según la documentación aportada por su defensa, Pantoja considera que se vulneraron sus derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen, y atribuye a esas revelaciones consecuencias tanto personales como profesionales. La acción judicial incluye también a personas que, según la cantante, facilitaron o comentaron públicamente información sanitaria sin autorización. La artista sostiene que la difusión de esos datos se produjo sin contraste y con conocimiento de su carácter reservado.
Sin tiempo ni ganas de hablar
Tras firmar la ratificación, Pantoja ha abandonado el edificio visiblemente abrumada por la presencia de cámaras y reporteros. No ha hecho comentarios ni sobre su distanciamiento con sus hijos ni sobre sus planes personales y profesionales. En los últimos meses ha dejado Cantora y ha vivido alejada del foco mediático, a la espera de definir una nueva etapa que, según su entorno, podría desarrollarse fuera de España.
La cantante tampoco ha reaccionado a preguntas sobre la reciente separación de Kiko Rivera e Irene Rosales. Su abogado ha intervenido para señalar que Pantoja no hará declaraciones que no estén relacionadas con el procedimiento judicial en curso.
Con esta reaparición, la artista refuerza la ofensiva legal que inició el pasado año y que abarca a medios, productoras y tertulianos a los que atribuye una vulneración de sus derechos a la intimidad, el honor y la propia imagen. El caso continúa a la espera de que el juzgado practique las diligencias solicitadas por ambas partes.
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