Anthony Geary, uno de los actores más reconocibles de la televisión estadounidense y figura central de la serie Hospital General, ha fallecido a los 78 años a causa de complicaciones derivadas de una operación programada. La muerte se produjo el pasado domingo y ha sido confirmada por su esposo, Claudio Gama, y por su familia.

“Ha sido un shock para mí, nuestras familias y nuestros amigos. Durante más de 30 años, Tony ha sido mi amigo, mi compañero, mi esposo”, ha declarado Gama al medio especializado TV Insider, que ha adelantado la noticia.

Geary fue, durante décadas, Luke Spencer, un personaje clave en la historia de la ficción televisiva en Estados Unidos. Su relación en pantalla con Laura Webber, interpretada por Genie Francis, no solo disparó las audiencias de Hospital General, sino que alteró el propio estatuto del género: por primera vez, una telenovela diurna producía estrellas de alcance nacional. La boda ficticia de Luke y Laura, emitida en 1981, se convirtió en el episodio más visto en la historia de este tipo de series y llevó a ambos actores a la portada de Newsweek bajo el titular “TV’s Hottest Show”.

El personaje, sin embargo, estuvo rodeado de controversia. La historia incluía una violación en un episodio emitido en 1979, una decisión narrativa que generó críticas ya entonces y que con el tiempo ha sido revisada de forma muy crítica, incluida por la propia Francis. Geary nunca eludió la ambigüedad moral del personaje. “Era violento, arrogante, pero también romántico y sensible”, explicó años después, consciente de que Luke Spencer condensaba muchas de las tensiones culturales de los años ochenta.

Del mormón al culebrón

Nacido el 29 de mayo de 1947 en Coalville, Utah, Tony Dean Geary creció en un entorno mormón que describió como estructurado pero represivo. Estudió teatro en la Universidad de Utah gracias a una beca y fue descubierto por el actor Jack Albertson, quien lo incorporó a una gira teatral de The Subject Was Roses. Antes de alcanzar la popularidad televisiva, Geary fue un actor de teatro constante, con más de medio centenar de producciones a lo largo de su carrera.

A finales de los años sesenta se trasladó a Los Ángeles, donde empezó a trabajar en series como All in the Family, junto a compañeros como Rob Reiner, The Mod Squad o The Partridge Family. En esa etapa abandonó el nombre de Tony y adoptó el de Anthony, convencido de que aportaba mayor “gravedad” profesional. El salto definitivo llegó en 1978, cuando la productora Gloria Monty lo eligió para Hospital General, un papel que interpretó de forma intermitente hasta 2015, con una última aparición puntual en 2017.

A lo largo de ese recorrido acumuló 17 nominaciones a los premios Daytime Emmy y ganó ocho, una cifra récord. También pagó un precio profesional: el encasillamiento en la televisión diurna cerró algunas puertas en el cine, una situación que él mismo relató sin dramatismo.

En los últimos años se había instalado en Ámsterdam junto a Claudio Gama, con quien contrajo matrimonio en 2019. Le sobreviven su esposo y sus dos hermanas.

Con la muerte de Anthony Geary desaparece algo más que un actor popular: se va uno de los rostros que explican cómo la televisión de consumo masivo aprendió a producir mitologías propias, con todas sus luces y sombras.