La guerra regresa a Rusia. Lo dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, después del ataque con drones al centro financiero de Moscú el domingo. "Este es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo", dijo Zelenski. Y este martes ha vuelto a suceder. Uno de estos artefactos no tripulados impactó contra una torre que ya había sufrido daños el fin de semana.

El edificio, el IQ-Quarter, se encuentra a apenas 5,5 kilómetros del Kremlin. Alberga varias agencias gubernamentales, según la agencia de noticias rusa Ria Novosti.

Es la quinta vez que Moscú es objeto de un ataque similar desde mayo cuando dos drones sobrevolaron el Kremlin. Moscú está a 500 kilómetros de la frontera ucraniana. El objetivo es sembrar el miedo, demostrar fuerza y que los rusos sepan que están en guerra.

Las defensas aéreas rusas han derribado varios drones que tenían como objetivo la región de Moscú, según ha informado el alcalde Sergei Sobyanin, que cita The Guardian. Dos drones fueron destruidos por los sistemas de defensa antiaérea en los distritos de Odintsovo y Narofominsk, cerca de Moscú, mientras que un tercero se estrelló en la capital, según informó la agencia de noticias estatal rusa Tass. El Ministerio atribuyó los ataques a Kiev. No hubo heridos. El aeropuerto moscovita de Vnukovo se cerró temporalmente.

Ucrania no ha reconocido la autoría de los ataques, aunque Zelenski dijo en su mensaje del domingo por la noche que había sido una buena jornada para Ucrania, por los avances en Bajmut, y que la guerra regresaba a Rusia. La batalla de Bajmut, que se prolongó diez meses, acabó con el control de Rusia, gracias en gran parte a los mercenarios de Wagner. Pero Ucrania aspira a recuperar la zona.

Este martes Rusia ha atacado Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, con drones de fabricación iraní. Una persona ha resultado herida en el centro de la ciudad. Una residencia universitaria ha quedado destruida. El alcalde, Ihor Terekhov, ha dicho que han sido objetivo zonas "densamente pobladas".

A su vez, Rusia ha asegurado que ha derribado drones marinos que tenían en su punta de mira dos barcos en el Mar Negro, el Sergey Kotov y el Vasily Bykov. El Mar Negro es una zona cada vez más caliente desde que el Kremlin no renovó el Acuerdo sobre el Grano. Rusia anunció que cualquier barco en la zona es considerado objetivo militar y Ucrania respondió en los mismos términos.

Misiles en la ciudad natal de Zelenski

Horas antes, Rusia bombardeó con misiles la ciudad natal del presidente Zelenksi, Krivoy Rog. Seis personas murieron, entre ellas una niña, y al menos 73 resultaron heridas por el impacto en un edificio residencial. Otro misil golpeó edificios universitarios y administrativos. Zelenski describió el ataque contra la ciudad donde aún viven sus padres como un acto terrorista de Rusia.

Otras cuatro personas murieron y 17 resultaron heridas en un día de intensos bombardeos rusos sobre la ciudad de Jersón, en el sur del frente.

Zelenski, que pide más armas de largo alcance, ha publicado un vídeo desde el lugar de los hechos en Krivoi Rog con este mensaje: "En los últimos días, el enemigo ha estado atacando obstinadamente ciudades, centros urbanos, bombardeando objetos y viviendas civiles. Pero este terror no nos asustará ni nos doblegará. Estamos trabajando y salvando a nuestro pueblo".

A pesar de que la guerra sigue su curso, se están dando pasos para celebrar el próximo fin de semana en Yeda, Arabia Saudí, una cumbre sobre el plan de paz del presidente Zelenski. Rusia no estará representada.