El Mar Negro, un lugar que muchos rusos y ucranianos asociaban antes de la invasión ordenada por el Kremlin a las vacaciones estivales, es donde se está desplazando el eje de la guerra contra Ucrania. Rusia ha implantado un bloqueo naval de facto una vez que ha expirado el Acuerdo del Grano, que se niega a renovar hasta que se acepten sus condiciones. A su vez, ya lleva cuatro noches bombardeando Odesa, la llamada perla del Mar Negro, donde ha resultado dañado el consulado chino. También ha atacado Mykolaiv, a 65 kilómetros de la costa. Al mismo tiempo, Ucrania lanzó drones en el noroeste de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en 2014, que provocaron un muerto y alcanzaron cuatro edificios.

En una escalada por fases la Federación Rusa anunció el lunes que suspendía definitivamente su participación en el Acuerdo de Grano del Mar Negro, lo que amenaza la seguridad alimentaria global. Gracias a la mediación de Turquía y de la ONU, este acuerdo ha sido posible hasta ahora, lo que ha facilitado la salida de 33 millones de toneladas de grano desde agosto del pasado año. "Es una ruptura anunciada", como señala Mira Milosevich, investigadora principal en el Real Instituto Elcano.

"Hay varios factores importantes: la destrucción de parte del ducto de Toliatti-Odesa, la tubería de transporte de amoníaco más grande del mundo, un componente básico para la producción de fertilizantes. Los rusos dijeron que no lo iban a olvidar. A su vez, Rusia insiste en que se incluya el banco agrícola [Rosseljozbank] en el sistema swift y se levanten las sanciones para poder exportar cereales y fertilizantes. En venganza, ha destruido un depósito de grano ucraniano, donde había 60.000 toneladas., y ha atacado tres puertos en Odesa. Es la represalia anunciada", añade Milosevich.

El Ministerio ruso de Defensa, además, ha amenazado a todo barco que pretenda salir de los puertos ucranianos con atacarlo al considerarlo objetivo militar. "Es un bloqueo naval de facto. Ningún armador querrá arriesgar un barco ni las aseguradoras tampoco", afirma el teniente general en la reserva, Francisco Gan Pampols. Ucrania ha respondido en el mismo tono. El Ministerio de Defensa ucraniano asegura que los barcos rusos, lleven lo que lleven, son objetivo militar.

"No veo posible una batalla naval porque Estados Unidos ha dicho que no considera escoltar con buques militares a barcos con grano de Ucrania. Si hubiera un combate naval, cambiaría radicalmente la guerra. Por parte ucraniana sería con drones marinos, que ya ha utilizado. Y si interviene algún país de la OTAN el giro sería radical, pero no contemplo esta hipótesis", añade Gan Pampols.

Si Ucrania insiste en transportar grano por el Mar Negro, ha anunciado una escalada militar. Pero Turquía no lo va a permitir"

mira milosevich, r.i. elcano

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en su primera reacción tras suspender Rusia su participación en el Acuerdo del Grano, fue decir que seguiría adelante con la ayuda de Turquía y la ONU. Sin embargo, Rusia es clave. "Si Ucrania insiste en transportar grano por el Mar Negro, ha anunciado una escalada militar. De todas maneras, Turquía no lo va a permitir. Le afectaría directamente. No quiere un enfrentamiento entre Rusia y la OTAN en el Mar Negro", apunta Mira Milosevich.

Rusia lleva tiempo preparando su estrategia en el Mar Negro. No se trataría de una respuesta al ataque contra el puente de Kerch del lunes, que une Crimea con la Federación Rusa, aunque coincide el escenario. Ucrania dio otro golpe a esta infraestructura básica para el Kremlin, un símbolo de su poder sobre Crimea también.

El Kremlin también sabe que si Ucrania busca salidas necesita que faciliten la exportación países europeos que se ven directamente afectados como Polonia, Bulgaria, Rumanía y Hungría. Polonia, aliada de primera fila de Ucrania, en este aspecto es implacable. Hay elecciones en septiembre y los agricultores son un sector clave. Estos países rechazan que se levante la prohibición al cereal ucraniano.

Como señala el teniente general Gan Pampols, si no hay un nuevo acuerdo, "van a encarecerse las materias primas y los alimentos, habrá dificultades graves para los países importadores netos como Egipto y hambruna persistente con emergencias alimentarias en los países apoyados por el programa mundial de alimentos".

Hambre como arma de guerra

El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, ha denunciado los "perversos" ataques rusos contra la infraestructura portuaria de Odesa. Los daños en los puertos hacen que aunque se renovara el acuerdo, ya no sería posible exportar como antes.

"No solo se retiran del acuerdo de grano para exportar el grano de Ucrania, sino que lo están quemando", ha dicho Borrell, que ha pedido "más recursos militares" para Kiev para responder a Rusia. "Si el grano no se almacena y se destruye, hará escasez de alimentos, de grano, en el mundo", ha sentenciado Borrell.

Acción contra el Hambre advierte de que el efecto de no renovar el acuerdo "puede ser demoledor para regiones como el Sahel", en palabras del director de Incidencia y Relaciones Institucionales de ACH, Manuel Sánchez-Montero. De todos los cereales exportados por Ucrania desde agosto pasado, China, España y Turquía siguen siendo los principales beneficiarios. Pero, gracias al acuerdo vigente hasta ahora, los países en desarrollo representan el 57% de estas exportaciones, algo menos del 6% del total que se destinó a países menos desarrollados como Etiopía, Yemen o Sudán, donde existen altos niveles de inseguridad alimentaria.

Sin embargo, Rusia ha dado señales de que se va a mantener firme y todo apunta a que tiene preparada una narrativa para contrarrestar las acusaciones de Occidente sobre el uso del hambre como arma de guerra. "Es un chantaje de Rusia en toda regla. Rusia no va a ceder si no se cumplen sus condiciones. Pero ha preparado seguramente su narrativa con el Sur Global", añade la investigadora.

En el Foro Rusia-África que se celebra en San Petersburgo del 27 al 28 de julio es probable que el Kremlin dé un golpe de efecto. "Es probable que se presente como una víctima de Occidente y que les facilite el grano. Ya les llegó a ofrecer grano de forma gratuita", señala Mira Milosevich. Los líderes africanos plantearan la cuestión, vital para sus poblaciones.

Es una jugada a varias bandas la que lleva a cabo la Federación Rusa en el Mar Negro. Según Olya Korbut, del Centro de Análisis de Políticas Europeas, "hay varios escenarios para el futuro del corredor de grano. Pero debe quedar claro que Rusia está utilizando todas las herramientas para destruir completamente la economía ucraniana, ya que las rutas marítimas son las principales para la exportación de grano ucraniano... Ucrania figura entre los cinco mayores exportadores mundiales de grano, y Rusia pretende sustituirla".

Añade Olya Korbut que "la OTAN en el Mar Negro debería garantizar la libertad de navegación marítima y obligar a Rusia a cumplir las normas internacionales de cooperación en la dimensión marítima".