Es el tercer Día de la Victoria que celebra Rusia sin lograr imponerse a Ucrania, país que pretendían colocar bajo su órbita, como lo está Bielorrusia, con la invasión total de su territorio perpetrada el 24 de febrero de 2022. En la Plaza Roja, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha acusado a Occidente de "revanchismo y arrogancia". Ha asegurado que Rusia hará lo posible por evitar un enfrentamiento mundial, pero ha advertido que sus armas estratégicas "están siempre listas para el combate".

El 9 de mayo Rusia celebra su Día de la Victoria en lo que llama la Guerra Patriótica. Lo que para nosotros es la Segunda Guerra Mundial. Este año se celebra el 79 aniversario. El 22 de junio de 1941 Hitler invadió la Unión Soviética y provocó la entrada de la URSS en la guerra. Hasta entonces la guerra no era cosa de la URSS. Stalin había firmado en 1939 un pacto de no agresión con Hitler pero el Führer no lo respetó. Esa guerra se convirtió en "cuestión de vida o muerte para el Estado soviético".  

Putin, que acaba de jurar su quinto mandato, ha acusado de "arrogantes" a las élites occidentales por olvidar el papel crucial desempeñado por la URSS en la derrota de la Alemania nazi. Cada año desde el inicio de la invasión de Ucrania, el líder ruso compara aquella lucha contra el nazismo con la que libran las tropas rusas en el país vecino. Así denominó la intervención como "operación militar especial" destinada a "desnazificar y desmilitarizar" Ucrania.

"Sabemos a lo que conduce la exorbitancia de tales ambiciones. Rusia hará todo lo posible para evitar un enfrentamiento mundial"

"Sabemos a lo que conduce la exorbitancia de tales ambiciones. Rusia hará todo lo posible para evitar un enfrentamiento mundial", ha dicho Putin en la Plaza Roja después de que el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, muy cercano al líder ruso, pasara revista a las tropas. Putin ha añadido: "Al mismo tiempo, no permitiremos que nadie nos amenace. Nuestras fuerzas estratégicas están siempre en estado de preparación para el combate".

Esta semana Putin anunció que próximamente van a realizarse maniobras militares que incluirá el uso de armas nucleares tácticas. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que era una reacción por los comentarios del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el posible envío de soldados a Ucrania. También molestaron en el Kremlin las palabras de Cameron sobre el uso de las armas que entregan a Kiev: el jefe de la diplomacia británica dijo que podían usarlas donde quisieran.

Más de 9.000 soldados participan en la parada que arrancó a las 10 horas de Moscú. También se han visto 70 equipos de combate. Entre los militares que desfilan por el empedrado de la plaza Roja figuran cientos de combatientes en Ucrania, donde Rusia frenó la contraofensiva y lleva tiempo destrozando las infraestructuras básicas como la red eléctrica.

Al acto asiste los dirigentes de seis antiguas repúblicas soviéticas, incluida Bielorrusia y Kazajistán; el líder cubano, Miguel Díaz-Canel; y los mandatarios de Laos y Guinea Bissau. La mayoría de los países occidentales no ha reconocido la victoria de Putin en las pasadas elecciones. En su toma de posesión solo estuvieron presentes los embajadores de Eslovaquia y Hungría. Viktor Orban, que este jueves recibe en Budapest al líder chino Xi Jinping, es el más firme aliado de Putin en la Unión Europea.