En mitad del creciente aislamiento internacional y con decenas de palestinos asesinados a diario por los bombardeos y el hambre, Benjamin Netanyahu considera que el supuesto propósito de 22 meses de guerra está lejos aún de lograrse. Desafiando a la comunidad internacional y con la oposición de los altos rangos de su propio ejército, el primer ministro israelí ha convocado este martes una reunión de su gabinete de seguridad para dar luz verde a una nueva escalada en la devastada Franja de Gaza y avanzar así en el control total del enclave palestino.
Fuentes gubernamentales citadas por la prensa israelí este martes subrayan que el objetivo es ampliar el control sobre la franja y llevar a cabo operaciones en las zonas donde se creen que se hallan los rehenes en manos de Hamás -se estima que 20 de los 50 aún con vida-. “Debemos seguir unidos y luchando juntos para alcanzar todos nuestros objetivos bélicos: la derrota del enemigo, la liberación de nuestros rehenes y la garantía de que Gaza ya no supondrá una amenaza para Israel”, arguyó Netanyahu este lunes en mitad de unas encuestas que indican que más del 60% de la sociedad israelí estaría a favor de concluir ya la operación militar. También el estamento castrense se opone ante la fatiga de la guerra y la falta de personal que reemplace a las tropas que actualmente se hallan sobre el terreno.
Controla ya el 75% de Gaza
Según la televisión local Canal 12 de Israel, Netanyahu se ha mostrado a favor de ampliar la ofensiva y tomar todo el enclave palestino. Continuar así una guerra que deja ya más de 60.000 palestinos asesinados y escenas de una hambruna que se está propagando por el enclave asediado ante el bloqueo de la ayuda por parte de Tel Aviv.
Israel ya controla aproximadamente el 75 % de la Franja de Gaza. La estratagia pasa por apostar por fase intensiva de ocupación, con el control de la distribución de ayuda -ya en manos de una organización controlada por Israel y EEUU que ha asesinado a más de un millar de palestinos que acudían en busca de alimento- y de los posibles desplazamientos masivos de la población hacia el sur de Gaza, incluyendo evacuaciones desde Rafah.
El pasado abril Israel lanzó la ofensiva “Operación Carros de Gideón”, con aprobación unánime del Gabinete. El plan incluía capturar y mantener el control de gran parte o toda Gaza, desplazar a gran parte de la población al sur y controlar la entrada de ayuda, generando condena internacional.
En esa fase, Israel estableció el Corredor de Seguridad Morag, separando Rafah del resto del enclave para aumentar presión sobre Hamas y facilitar control territorial en aproximadamente un 20 % del territorio. Los sectores más ultras del gobierno de coalición israelí han promovido propuestas de asentamientos ilegales permanentes y desplazamiento masivo de población, incluso considerando la reimplantación de asentamientos en ciudades como Gaza, Jan Yunis y Rafah.
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