Durante las últimas décadas Qatar ha hecho de la diplomacia uno de sus motores. El ataque israelí contra el liderazgo de Hamás en territorio qatarí es un golpe a esa estrategia que ha colocado en el mapa a este pequeño país del tamaño de la región de Murcia con una de las mayores reservas de gas del mundo. Fuentes qataríes consultadas por El Independiente insisten en las palabras del primer ministro de Qatar Mohamed bin Abdulrahman al Thani, el estratega detrás de esa mediación que ha servido para lograr dos altos el fuego en los dos años de guerra en Gaza y para tratar, hasta ahora sin éxito, de buscar un fin a una operación militar israelí que ha dejado más de 64.000 asesinados.
En Doha son conscientes de que el ataque -que ha dejado al menos seis muertos, entre ellos un oficial qatarí y tres escoltas, pero al que ha sobrevivido la plana mayor de Hamás- da por muertas las negociaciones actuales para alcanzar un cese de las hostilidades entre Israel y el movimiento islamiesta palestino. Las expectativas eran ya bajas antes del atentado. La última propuesta, aceptada por Hamás, llevaba semanas en la mesa del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que ni siquiera la sometió a la votación de su gabinete de seguridad.
El premier qatarí admite que Doha -que ya suspendió temporalmente su mediación el año pasado ante lo que consideraba “fatal de voluntad” de ambas partes- no encuentra alicientes en estos momentos para seguir jugando junto a Egipto el papel de mediador. “Qatar no ha escatimado esfuerzos y hará todo lo posible para detener esta guerra en Gaza, pero en cuanto a las conversaciones actuales, no creo que haya nada válido en este momento después de lo que hemos visto en el ataque de hoy”, señala Bin Abdulrahman al Thani.
Quedan pocas opciones más sobre el tablero para suplir a Qatar. Una de ellas podría ser Turquía pero el papel de Doha resulta difícilmente reemplazable: alberga la oficina política de la organización islamista palestina, a petición de Estados Unidos; y ha servido de puente durante años entre los distintos países y agencias de seguridad implicadas.
Hasta ahora los funcionarios qataríes habían descartado un escenario como el que se abrió ayer: un ataque directo de Israel contra Qatar. Así lo habìan declarado hasta ahora diferentes fuentes qataríes a este diario durante los dos últimos años. Doha considera que el ataque -fallido porque no ha logrado, como buscaba, decabezar a Hamás- fue un intento de sabotear una oportunidad para alcanzar la paz y acusa a Netanyahu y su Ejecutivo de practicar “el terrorismo de Estado”.
El primer ministro reconoce que el país solo fue avisado del ataque por Estados Unidos cuando ya se estaba produciendo. “Qatar se reserva el derecho de responder a este ataque flagrante y tomará todas las medidas necesarias para responder”, deslizó. Doha ha establecido un comité para estudiar las posibles respuestas a Tel Aviv, pero insiste en que “sus esfuerzos de mediación son intrínsecos a su identidad nacional y esenciales para la búsqueda de la paz”. “Nada disuadirá a Qatar de su papel mediador”, agregó.
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