Corea del Norte ha presentado por primera vez el Hwasong-20, descrito por la agencia estatal KCNA como "el sistema de armas nucleares estratégicas más poderoso" del país, durante el desfile militar celebrado este sábado en Pionyang con motivo del 80º aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores. El acto, presidido por Kim Jong-un, estuvo marcado por la ausencia de Xi Jinping y Vladímir Putin, pese a las invitaciones cursadas por el régimen.
El desfile, celebrado en la plaza Kim Il-sung, mostró una amplia gama de misiles, tanques y sistemas de artillería, incluyendo proyectiles hipersónicos y lanzacohetes múltiples de 600 milímetros. Pero el momento culminante llegó con la aparición del nuevo misil balístico intercontinental Hwasong-20, que, según analistas, podría portar ojivas múltiples y superar defensas antimisiles. Pese a la pompa, el proyectil aún no ha sido probado.
La agencia KCNA describió el evento con su habitual retórica épica: “Cuando el destacamento del misil balístico intercontinental Hwasong-20 entró en la plaza, el entusiasmo del público alcanzó su punto máximo”. Según el relato oficial, el cielo de Pionyang se iluminó con fuegos artificiales mientras Kim saludaba a las tropas y los asistentes coreaban “¡hurra!”.
Discurso "histórico" de Kim
En su discurso, el líder norcoreano evitó referencias directas a Estados Unidos o Corea del Sur y se centró en exaltar la autosuficiencia militar y la fidelidad al partido. “Nuestro ejército debe evolucionar continuamente como una fuerza invencible que elimine cualquier amenaza”, proclamó Kim, flanqueado por altos mandos militares y dirigentes del partido. La KCNA calificó sus palabras de “históricas”.
Entre los invitados se encontraban el primer ministro chino, Li Qiang, y el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, aunque la ausencia de los máximos líderes de Pekín y Moscú restó brillo al intento norcoreano de exhibir respaldo internacional. En contraste, Xi y Putin habían compartido tribuna en el desfile militar de Pekín apenas un mes antes, una imagen de unidad que Pionyang no ha conseguido replicar.
El desfile coincidió con un momento de cautela diplomática. Washington ha insinuado su disposición a abrir conversaciones “sin condiciones previas” con Corea del Norte, lo que podría suponer un cambio en su postura sobre la desnuclearización. Seúl, por su parte, mantiene abierta la vía del diálogo, aunque el régimen de Kim sigue sin responder a esos gestos.
Participación de las tropas norcoreanas destacadas en Ucrania
Según la agencia rusa TASS, Medvédev afirmó que desfilaron unidades norcoreanas que “han colaborado en la región de Kursk” junto al ejército ruso, en alusión a la creciente cooperación militar entre ambos países.
El acto, que la prensa oficial ha descrito como “una demostración del poder absoluto de la nación”, ha servido a Kim Jong-un para reafirmar su mensaje de resistencia y ambición nuclear en un aniversario que Pionyang ha querido convertir en símbolo de continuidad. “Defenderemos nuestra soberanía y nuestro futuro solo con la fuerza y la victoria”, ha dicho Kim, en un discurso transmitido por la televisión estatal.
Te puede interesar
-
Fusilados por ver series extranjeras: Corea del Norte recrudece la represión en la última década
-
Ochenta años después de Hiroshima la carrera nuclear se acelera (y Trump tiene mucho que ver)
-
El Benidorm coreano con el que Kim Jong-un quiere atraer a los turistas rusos
-
Yoon Suk Yeol, de fiscal implacable a presidente sumido en escándalos