El representante de Comercio Internacional de China, Li Chenggang, ha asegurado este domingo que Pekín y Washington han alcanzado un "acuerdo preliminar" para frenar la guerra comercial que libran desde hace meses. Tras dos días de conversaciones en Kuala Lumpur, a donde hoy llegó el presidente estadounidense, Donald Trump. En declaraciones recogidas por la agencia Xinhua, Li, que también es viceministro de Comercio de China, ha afirmado que ambas partes alcanzaron un entendimiento "preliminar" y exploraron "propuestas adecuadas para abordar las preocupaciones mutuas" durante las conversaciones, que ha definido de "constructivas".

"El siguiente paso será que cada parte cumpla con sus respectivos procedimientos internos de aprobación", ha declarado Li, quien ha agregado que Estados Unidos mantuvo una postura "firme" durante las negociaciones, mientras que China "defendió con determinación" sus intereses.

Si bien no ha aclarado los términos de ese "acuerdo preliminar", Li ha manifestado que el diálogo entre ambas partes ha abarcado "numerosos temas". Entre ellos ha citado los controles a las exportaciones (que Pekín aplica a las tierras raras), la posible prórroga de la suspensión recíproca de aranceles y los gravámenes relacionados con el fentanilo, y la cooperación antidrogas en torno a esa sustancia.

Estados Unidos y China también han tratado la "ampliación adicional" del comercio bilateral, así como las medidas estadounidenses vinculadas a las tarifas portuarias contra los buques chinos, según Li.

Trump en Kuala Lumpur

Unas horas antes, el secretario del Tesoro del país norteamericano, Scott Bessent, manifestó que ambas partes habían acordado unas "bases muy sólidas" de cara a la reunión prevista entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, el próximo 30 de octubre en Corea del Sur.

La segunda jornada de negociaciones económicas y comerciales entre ambas potencias ha coincidido este domingo con el primer día de Trump en Kuala Lumpur, primera parada de una gira asiática que lo llevará también a Japón y Corea del Sur, y cuyo principal objetivo es el esperado encuentro con Xi.

El diálogo comercial entre Washington y Pekín transcurre en un clima de tensión después de que China impusiera a mediados de octubre nuevas restricciones al comercio de tierras raras, cuya producción y exportación prácticamente monopoliza.

En respuesta, el presidente estadounidense amenazó con elevar al 100 % los gravámenes a los productos chinos a partir del 1 de noviembre.