La guerra híbrida sigue su curso entre Rusia y su aliada Bielorrusia contra los aliados de la OTAN que prestan su apoyo a Ucrania. Ahora los ataques, con tecnología sencilla pero con gran impacto geopolítico, consisten en incursiones de globos de contrabando que cruzan la frontera de Lituania con Bielorrusia. La semana pasada el aeropuerto de Vilna tuvo que cerrarse cuatro veces por el paso de globos con cigarrillos de contrabando.

La primera ministra de Lituania, Inga Ruginienė, ha autorizado el derribo de los globos y ha calificado como "ataques híbridos" los incidentes. Su objetivo es desestabilizar a este país báltico, miembro de la Unión Europea y de la OTAN.

"Hemos decidido tomar las medidas más estrictas, no hay otra manera", ha dicho la primera ministra de Lituania, quien ha añadido que su gobierno se plantea invocar el artículo 4 del Tratado de Washington para convocar consultas entre los aliados. Polonia lo hizo cuando una veintena de drones se adentraron en su espacio aéreo el pasado 10 de septiembre. También recurrió a esta medida Estonia cuando dos aviones rusos sobrevolaron el país durante más de diez minutos el pasado 20 de septiembre.

Aviones rusos en el espacio aéreo

El jueves pasado dos cazas Eurofighter españoles se activaron cuando dos aviones rusos se adentraron durante 18 segundos en el espacio aéreo de Lituania. Procedían del exclave ruso de Kaliningrado. "Nuestras fuerzas actuaron rápidamente con cazas de la OTAN que estaba patrullando", informó el Ministerio lituano de Defensa a través de su cuenta de X. "Lituania se mantiene fuerte y preparada. Cada pulgada de nuestro país está protegida", concluyó el breve mensaje. En protesta Lituania convocó al encargado de negocios de la Federación Rusa.

Sobre los globos, el Gobierno de Vilna ha informado de que son contrabandistas quienes los envían pero el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Vladimir Putin, mira hacia otro lado.

La primera ministra de Lituania ha anunciado el cierre de los pasos fronterizos de Lituania con Bielorrusia, excepto para los viajes de diplomáticos y ciudadanos de la UE que abandonan el país vecino.