El Tribunal de apelación de París ha aceptado la petición de la Fiscalía francesa de poner en libertad al exjefe del Estado, Nicolás Sarkozy tras pasar 20 días encarcelado desde que fue ingresado en prisión el 21 de octubre pasado. La Fiscalía de Francia había reclamado este lunes que fuera puesto en libertad bajo medidas de control judicial después de ser condenado a cinco años de cárcel por asociación de malhechores en relación con los fondos recibidos por su campaña de manos del régimen del fallecido líder libio Muamar Gadafi.
La fiscalía había sostenido que el exmandatario debe tener prohibido contactar con testigos y otras partes en el caso para evitar cualquier tipo de injerencia en el proceso, en el marco de una vista cuya resolución está prevista para este mismo lunes y que podría derivar en la salida de Sarkozy de prisión.
El propio expresidente, que ha comparecido por videoconferencia, ha reiterado que "nunca admitirá" haber reclamado financiación al exlíder libio, antes de afirmar que su estancia en prisión es "una terrible experiencia", según ha informado la cadena de televisión BFM TV. "Es duro, es muy duro", ha sostenido.
La vista tiene lugar después de que los abogados de Sarkozy apelaran su sentencia, un proceso que se espera que tenga lugar en 2026, por lo que la petición gira en torno a la posibilidad de que no permanezca en prisión hasta que su condena sea sopesada o ratificada en apelación.
Sarkozy entró en prisión el 21 de octubre denunciando ser víctima de un "escándalo judicial" que ha "humillado" a Francia. El antiguo dirigente conservador, que se convirtió en el primer expresidente de Francia en entrar en la cárcel, siempre ha negado cualquier irregularidad y ha denunciado una supuesta persecución política contra él a través de los tribunales.