La imputación de Federica Mogherini, ex vicepresidenta de la Comisión Europea, y de Stefano Sannino, ex número dos de Josep Borrell, en "un caso de fraude, corrupción, conflicto de intereses y violación del secreto profesional" es una bomba de relojería. Puede estallar como ocurrió en 1999 cuando tuvo que dimitir toda la comisión Santer. La italiana Mogherini, rectora del Colegio de Europa, declaró durante diez horas el martes, tras ser arrestada, y asegura que es inocente. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afronta este escándalo justo cuando ha cumplido el primer año de su segundo mandato.

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El caso se refiere a los años 2021-2022, según reveló el portal Euractiv que dio la exclusiva. En ese momento, el Servicio de Acción Exterior (SEAE) convocó una licitación abierta para la creación de una academia diplomática europea. Podía participar en ella cualquier universidad de la Unión Europea. Sin embargo, el Colegio Europeo de Brujas habría obtenido información privilegiada sobre la convocatoria y así pudo ganarla. El Colegio Europeo tiene delegaciones también en Tirana y Varsovia.

La italiana Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea entre 2014 y 2019, es desde 2020 rectora de la universidad de Brujas. Sannino era en ese momento el adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior. Su jefe era el español José Borrell. Ahora era director general en la Comisión Von der Leyen.

Investigación de la Fiscalía Europea

Los investigadores prestaron especial atención a la compra por parte del Colegio Europeo de un edificio en la Spanjaardstraat de Brujas por 3,2 millones de euros. Poco después, la universidad recibió una subvención de 654.000 euros del SEAE. Ninguna otra universidad ha formado a tantos funcionarios de las instituciones europeas como el Colegio de Brujas. Además, la universidad está financiada en gran medida por la Comisión Europea en forma de subvenciones. 

La investigación la lleva a cabo la Fiscalía Europea, una institución creada a raíz del gran escándalo de corrupción que en 1999 provocó la dimisión de toda la Comisión Europea de Jacques Santer. En Bruselas se preguntan si podría volver a suceder algo así.

Entonces el escándalo comenzó con las denuncias sobre la entonces comisaria francesa de Ciencia, Édith Cresson. La comisaria derivó pagos injustificadamente a su amigo, el dentista René Berthelot, por valor de 130.000 euros. Santer, presidente de la Comisión, intentó forzar su salida pero Francia se opuso a no ser que saliera también Santer. Finalmente dimitió todo el colegio de comisarios.

Críticas desde todos los flancos

Las críticas están siendo implacables por parte de los más euroescépticos como los húngaros. "¿La prestigiosa 'escuela de perfeccionamiento' de la UE para eurócratas está ahora bajo investigación por acceso privilegiado a licitaciones? Ni guionizado saldría así. Es curioso cómo Bruselas da lecciones a todo el mundo sobre el 'Estado de derecho', cuando sus propias instituciones se parecen más a una serie policíaca que a una unión que funciona", ha escrito en X el portavoz del Gobierno húngaro, Zoltán Kovács. 

El grupo de Conservadores y Reformistas se plantea un voto de censura contra Von der Leyen, según ha informado a Politico el eurodiputado rumano Gheorghe Piperea. Ya ha afrontado cuatro mociones de confianza.

Otros casos: Qatar y Marruecosgate o Pfizer

Desde la izquierda también hay mucha irritación. "La credibilidad de las instituciones europeas está en juego", afirma Manon Aubry, de la Francia Insumisa. Son muchos los que recuerdan cómo hay falta de transparencia y supervisión financiera. Así se vio con el escándalo del Qatargate (en realidad Marruecosgate). En ese caso se trataba de pagos y favores a dos eurodiputados a cambio de mediar a favor de Qatar y Marruecos.

La propia Von der Leyen fue objeto de una reprimenda por parte del Tribunal General de la UE. A principios de este año dictaminque no debería haber ocultado al público los mensajes de texto que intercambió con el director ejecutivo del gigante farmacéutico Pfizer durante la pandemia de Covid-19.

El escándalo en el que está implicada Mogherini, de centro izquierda, es muy grave, dado que la italiana fue jefa de la diplomacia europea y vicepresidenta de la Comisión. El caso amenaza con agravar las deterioradas relaciones entre Von der Leyen y la Alta Representante de la UE, actual jefa del SEAE, la estonia Kaja Kallas, quien se ha mostrado sorprendida por la imputación de Mogherini y Sannino. A principios de este año, Sannino dejó su cargo de secretario general del SEAE y asumió un papel destacado en la Comisión de Von der Leyen.

Mogherini, de la Comisión al Colegio de Europa

Mogherini fue ministra italiana de Exteriores antes de ocupar el cargo de Alta Representante para Política Exterior y de Seguridad entre 2014 y 2019. Al final de su mandato de cinco años, pasó a ser rectora del Colegio de Europa, con sede en Brujas, cargo que ocupa desde entonces. Como recuerda Politico, su nombramiento se vio empañado por acusaciones de nepotismo, ya que profesores y funcionarios de la UE argumentaron que no estaba cualificada para el puesto, no cumplía los criterios y había presentado su candidatura fuera de plazo.

Desde agosto de 2022, también es directora de la Academia Diplomática de la UE, un programa para diplomáticos junior de todos los países de la UE gestionado por el Colegio de Europa. Esta academia se encuentra en el centro de la investigación. Otras cinco instituciones educativas y de investigación —entre ellas el Instituto Europeo de Administración Pública de Maastricht y el Instituto Universitario Europeo de Florencia— compitieron por acoger y gestionar el primer año piloto, según Euractiv.

Borrell no aparece en la investigación

Perdieron frente al Colegio de Europa, que recibió 130.000 euros de la Comisión en el marco de una licitación de valor medio, además de más de 600.000 euros para alojamiento, manutención, visitas de estudio y otros gastos de los participantes en sus campus de Brujas y Varsovia. Cuando en 2023 se lanzó otra licitación para el segundo año de la academia, se puso a disposición una suma mucho mayor, 960.000 euros, directamente a través del proceso de contratación pública. Según los documentos públicos, solo se presentó un licitador: el Colegio de Europa.

"Esta es una idea que tenía en mente desde hace muchos años», dijo Borrell al inaugurar el programa en octubre de 2022. El eurodiputado socialista español Nacho Sánchez Amor, a quien Borrell ha descrito como un amigo, propuso formalmente la academia en abril de 2021 como un "proyecto piloto", una herramienta parlamentaria que permite que las nuevas iniciativas reciban financiación de la UE y puedan convertirse en permanentes. Ni Borrell ni Sánchez Amor están afectados por la investigación.

En mayo de 2024, los embajadores de la UE acordaron convertir la academia en permanente, concediéndole financiación indefinida con cargo al presupuesto del SEAE. Los gobiernos concedieron a la academia 1,7 millones de euros entre junio de 2024 y julio de 2025, y otros 1,7 millones de euros para el año siguiente, hasta finales de junio de 2026.

Veremos cómo lidia con las acusaciones Mogherini. Será difícil que pueda mantenerse en el puesto al frente del Colegio de Europa y la Academia Diplomática. De momento, se mantiene firme y no renuncia.

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