Si usted es habitual de la costa española, habrá jugado, o habrá visto jugar a las tan socorridas palas de playa. Es un deporte sencillo del que pueden disfrutar tanto niños como mayores, expertos y novatos, quienes veranean en las estrechas y desniveladas playas de la Costa Tropical y los que lo hacen en las anchas y ventosas calas del norte, siempre y cuando se encuentre la pelota adecuada. Ahora que ya tiene la imagen en la cabeza puedo decirle que una versión de ese juego es hoy el deporte que más crece del mundo.
El pickleball (literalmente, ‘pepinillo pelota’), que muchos describen como una mezcla de bádminton, ping pong y tenis, es un deporte que está popularizándose en todo el mundo pese a que nació en 1965. Según USA Pickleball, el ente rector de dicho deporte en Estados Unidos, fueron un congresista del estado de Washington, Joel Pritchard, y su amigo y empresario Bill Bell, quienes decidieron jugar al bádminton con palas de ping pong y una pelota perforada en una aburrida tarde de verano. Para su sorpresa, la pelota botaba muy bien en el asfalto, y tras probarlo en varias ocasiones decidieron inventarse unas reglas, siempre teniendo en mente el principal objetivo: que la familia al completo pudiese jugar.
En 1976, la revista Tennis publicó un artículo titulado El deporte de raqueta más nuevo de Estados Unidos, y fue ese mismo año cuando se celebró el primer torneo de pickleball del que se tiene constancia. Pero no ha sido hasta el año pasado, casi 50 después, cuando se han instalado pistas en el neoyorquino Central Park, en el centro de Washington y cuando se habilitó como actividad en muchos centros deportivos municipales de Madrid y de otros lugares de España. De acuerdo con la misma organización rectora, a día de hoy habría alrededor de 70.000 pistas en todo EEUU, casi 9.000 jugadores profesionales y casi 50 millones de personas lo practican. En España, la Real Federación Española de Tenis anima a practicar el pickleball a través de su Comité de Pickleball y ya existe una Asociación Española de Pickleball, que calcula que en el país lo juegan unas 20.000 personas.
Pero, ¿de qué va el pickleball exactamente? De manera similar al pádel, el pickleball tradicionalmente se juega en parejas pero también puede practicarse de forma individual, y lo que lo caracteriza es su pista, más bien pequeña (de las mismas medidas que la de bádminton), las pelotas de plástico agujereadas y muy ligeras y las palas, también ligeras y de tamaño reducido, sobre todo en comparación con las de pádel o tenis. Esos elementos facilitan que el juego sea accesible e inclusivo para personas de todas las edades e incluso de diferentes niveles, razón por la que en Estados Unidos es común encontrar pistas en parques públicos, junto a canchas de baloncesto o parques infantiles.
En cuanto a las reglas, son sencillas de aprender si se ha jugado anteriormente a tenis, pádel o bádminton. La base es parecida, con algunas diferencias: lo más importante es tener en cuenta que no se puede pisar el área más cercana a la red si la pelota no ha botado antes, y que solo puede anotarse puntos el equipo que está sacando, de manera similar a como sucedía con el voleibol. Ese detalle hace que el marcador “gire” dependiendo de quién esté sacando, situación que se complica un poco más porque el conteo no solo tiene en cuenta la puntuación del partido sino también quién es el jugador que saca, lo que puede despistar a quienes empiezan a jugar.
Una puntuación cualquiera en mitad de un partido, por tanto, podría ser 6-10-2, indicando que el equipo que está sacando tiene seis puntos, el que recibe la pelota tiene diez, y está sacando el segundo jugador. Es más sencillo de lo que parece, se lo prometo, solo requiere de práctica. A partir de ahí, lo importante es aprender a jugar cerca de la red y a volear en dirección a la zona que su oponente no está cubriendo. ¡Ah! Y recuerde llevar gafas protectoras si la intensidad del juego aumenta.
¿Y usted, se animaría a probar el nuevo deporte líder en Estados Unidos?
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