Tras el rechazo de los presupuestos, esperamos que el Gobierno convoque elecciones con posibles fechas el 14 de abril o el súperdomingo del 26 de mayo, en el que coincidiría con autonómicas, municipales y europeas.

La posibilidad de un adelanto de las elecciones no es tan importante como el resultado de éstas, pues la clave para que España mantenga su rating (actualmente en A-/Estable) es que el gobierno tenga una mayoría suficiente como para implementar reformas estructurales que permitan al país mejorar su capacidad de crecer, así como reducir la deuda pública.

En este contexto, un gobierno estable, con el mandato público y de mayoría parlamentaria que le permita llevar a cabo estas reformas, sería positivo. Sin embargo, si el resultado electoral es otro gobierno débil o un gobierno que hasta revoque las reformas estructurales de los últimos años, sería negativo.

Que haya elecciones anticipadas no es ni bueno ni malo, lo que se necesita es claridad en el programa y capacidad para implementarlo

Por ello, la posibilidad de que haya elecciones adelantadas en España no es ni bueno ni malo, lo que necesitamos ver es claridad en el programa político del gobierno y capacidad para implementarlo.

Valoramos muy positivamente el proceso de desendeudamiento realizado por los hogares y las compañías no financieras, así como la recapitalización y reestructuración del sector bancario y el ajuste en el saldo externo. Por ende, también vemos muy positivo que España ha crecido cerca del 3%, que está muy por encima de la zona euro.

Ahora bien, vemos tres debilidades clave que requieren la atención de la política:

- el desequilibrio en las finanzas públicas

- la baja productividad y el mercado laboral

- la división política y social y la fragmentación parlamentaria

El riesgo para el rating de España es que haya un periodo largo en el que la política se hastíe dentro de un ciclo económico positivo, justo cuando la economía en Europa se está desacelerando. Las vulnerabilidades mencionadas no se solucionarán simplemente por la mejora del ciclo económico o un gobierno que revoque las reformas estructurales de pasados años. Esto sería negativo y conllevaría riesgos para el rating de España.


Alvise Lennkh es analista de Finanzas Públicas de Scope Ratings