Koldo, explicando a alguna interesada (o no) cómo agacharse para enseñar las tetas y presentar el culo, en realidad hablaba como un guía de las cataratas del Niágara (el canalillo tiene algo de catarata por la que se precipita el macho igual que una piragua). O como un guía de esa Florencia de tetas y culos sin pecado, para santos mirones. Me refiero a que Koldo no le pone a la cosa ni pasión, ni baboseo ni morbo, sin duda porque eso es lo que pasa cuando el putiferio se ha convertido en negocio y hablar de tetas es como hablar de cebollas. Sí, ya vemos el machismo y la misoginia, pero este matiz, que un machista de repente hable de tetas y culos como si los señalara en una lámina anatómica, así como esas láminas de los cortes de vacuno; que desprecie tetas y culos en la conversación, como si toda esta banda de mesón despreciara un cocido y un pacharán; que dé una explicación con tetas y culos que parece la de un fontanero; esto es lo que me parece más revelador. Imaginen el ambicioso que habita dentro del machista para que de repente parezca casi un coreógrafo disponiendo tetas y culos. Después de esto, uno lo cree (los cree) capaz de cualquier cosa.
Yo creo que Koldo se pone gorra en la tele no por parecer Villarejo, o sea un espía que juega al dominó, un asesino que te apunta con el mondadientes o un fantasma que te espera tras el quiosco de los cupones para revelarte tu terrible destino. No, yo creo que Koldo se pone gorra como disfraz de tonto, como un tonto de Tony Leblanc, o como disfraz de hortera o chulo, como un chulo de chotis o de cuplé. Yo creo que todos tienen la esperanza de que el tonto mate al ambicioso y el machista mate al corrupto, al menos en la batalla mediática. Yo veo un paralelismo con Ábalos, de manera que la gorra de Koldo es la camisetucha de Ábalos y las tetas y culos de los audios de Koldo son las señoritas en vivo de Ábalos. Con estos casos pasa siempre lo mismo, que miramos la pringue más que el dinero, el puritanismo más que el menoscabo de lo público y el morbo más que la estructura política e institucional que sustenta la corrupción.
Parecer un tonto o un hortera yo creo que es un mecanismo de defensa del corrupto, que sabe que lo que resulta más odioso es el listo que nos la pega, el que no sólo se hace de oro sino que nos da la lección de realidad, mientras el personal sigue soñando con ideologías y luchas históricas que sólo son tapaderas. El tonto o el hortera, el que intenta esconder un pen en un chumino, el que se monta la guarida de villano en un asador, el que se graba a sí mismo condenándose, el que se ha corrompido sólo para enchufar a la querida o para disfrutar de un chalé con piscina de riñón y barbacoa de obra, el que se va de putas no como un jeque sino como el tonto del pueblo, entre la lástima y el ridículo… Del tonto o del hortera en el fondo nos reímos, nos sentimos vengados y superiores simplemente al oírlos contar el dinero como a las putas o contar las putas como dinero, para al final quemar los millones en un cortijo de cateto o en una rubia poligonera que en realidad les tiene asco y ni es rubia. Pero nos la han pegado, porque ese dinero es nuestro, esos casoplones y esas putas son los servicios y los funcionarios que nos faltan, y ese tonto y ese hortera lo mismo se libran y terminan en el Caribe, no en Benidorm, y como si fueran C. Tangana, no Torrente.
Creo que Koldo y Ábalos, como otros, juegan al tonto o al hortera, seguramente un reflejo instintivo, y hasta se disfrazan como para el timo de la estampita
Estos audios, que son a la vez de confesionario y de puticlub, de defensa y de condena, de ataque y de parapeto, los están descubriendo a todos pero también están funcionando para colocarnos al tonto y al hortera. Ese corrupto con camisa hawaiana abierta y el ombligo como un dónut, con la billetera chancleteante y la novia chancleteante que ni siquiera es novia, sino que la ha alquilado o la hinchado en la propia playa como un flotador de la pata Daisy, nos está tapando al corrupto sistémico, el corrupto que ha vencido todas nuestras aparentemente morrocotudas arquitecturas legales, institucionales y partidistas, que no deben de ser tan morrocotudas. Yo creo que Koldo y Ábalos, como otros, juegan al tonto o al hortera, seguramente un reflejo instintivo, y hasta se disfrazan como para el timo de la estampita, con gorra de la dehesa o camiseta de la beneficencia. Pero a quien sirve este truco, más que a ellos incluso, es a los que estaban por encima en la estructura que, ya digo, no es tan morrocotuda ni es tan ejemplar cuando enseguida la corrompen, de ministerio a ministerio y de continente a continente, un par de tipos con porrón o riñonera. Este truco está sirviendo, más que a nadie, a Sánchez, que ya ha olvidado él, y pretende hacernos olvidar a los demás, qué han hecho sus ministros, sus secretarios de organización y sus gorilas o gorrillas del Peugeot.
Koldo hablaba de mujeres y de putas pero por encima siempre hay una transacción como ganadera, y eso lo convierte no sólo en un machista sino en un tiburón del negociete superior incluso al tiburón del chochete, que ya es escalar en el asco. Lo del escote y el culo en escorzo o chaflán no sé si sería una estrategia para conseguir un trabajito o una influencia para la interesada, para él o para su banda, pero de nuevo la mujer aparece en una transacción, tan fría o cruelmente como Sánchez nos presentaba los gráficos de riqueza de la pobre España. Hasta a la que era su pareja le dice Koldo lo de arrojarle los 500 euros no sólo como humillación sino como tasación, o sea de nuevo otra transacción. El negocio, siempre fueron al negocio puro, sin desvíos de tonto o de hortera ni a la mariscada ni al puticlub. Según los audios, Koldo no sólo iba a los asadores, sino también a Argentina y más allá; y no sólo estaba para recolocar escotes, sino también para servir a Sánchez. Los hemos visto muchas veces, a los que van de tontos, a los que van de horteras, a los que van de inocentes, a los que van de engañados, a los que van con la gorra, la boina o la bandera. No se sientan vengados ni superiores ni escarmentados con sus miserias, que nos la han pegado y nos la siguen pegando.
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1 Comentarios
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hace 15 minutos
Creo que su conclusión es clara y tajante.
Los arboles – mujeres,sexo, despelote, etc – no nos están dejando ver el bosque – la corrupción total que ha habido en este Gobierno desde el 2018 -.