Mazda no vive un momento brillante sobre el parqué. El fabricante de automóviles nipón ha visto esfumarse un tercio de su valor en los dos últimos años, un rendimiento muy inferior al de sus competidores nacionales Nissan, Honda y Toyota en el mismo periodo.

Y el corto plazo no se muestra especialmente alentador para la compañía. En un entorno de fuerte competencia, Mazda se ha visto especialmente golpeado en los mercados desarrollados y especialmente en Norteamérica, donde el grupo registra alrededor del 30% de sus ventas. La debilidad de la demanda en este mercado ha forzado al grupo japonés a recortar sus previsiones de ventas y elevar los incentivos, principalmente en sus modelos sedan.

En este escenario, firmas como Nomura consideran que la caída de ventas en Norteamérica restará a la compañía buena parte de los réditos que podría llegar a obtener de la debilidad del yen, que en los últimos doce meses ha cedido más de un 11% frente al dólar.

La debilidad de ventas en Norteamérica frenará el impulso que le da la debilidad del yen

A medio plazo, eso sí, los analistas del banco japonés confían en que Mazda ponga en valor su posición de liderazgo en la fabricación de motores y esperan que la próxima generación de motores de gasolina SkyActiv -que deberían entrar en producción en el primer trimestre de 2019- "probablemente proporcionará un gran impulso a la eficiencia del combustible y, por lo tanto, mejorará el atractivo de los productos de la compañía".

En cualquier caso, el verdadero reto para Mazda parece ubicarse más allá, con la mirada puesta en el vehículo del futuro. Motor genera la mayoría de sus ventas en China y los mercados industrializados, donde la próxima generación de tecnologías ya están haciendo incursiones, y por lo tanto tendría que estar rápido en términos de propulsión eléctrica y de conducción autónoma", indican los analistas de Nomura.

En esta tarea, el reducido tamaño de Mazda -capitaliza alrededor de 8.500 millones de dólares- juega en su contra. "A medida que aumenta la proporción de vehículos eléctricos, vehículos híbridos enchufables y vehículos equipados con sistemas de conducción autónoma, las empresas necesitarán un cierto nivel de escala en vehículos equipados con tecnologías de próxima generación para reducir los costes de desarrollo y producción y batir a la competencia", comentan en el banco japonés.

El tamaño de Mazda le penaliza ante las fuertes inversiones que precisa el coche del futuro

Pero Mazda es, con mucho, el más pequeño entre sus pares. Si Nissan y Honda cuentan con un tamaño en bolsa más de cinco veces superior, Toyota le supera en más de 20 veces.

Por eso, el grupo ha recurrido recientemente a un acuerdo de colaboración con Toyota en materia de vehículo eléctrico. "Será interesante ver cómo Mazda aprovechará las asociaciones estratégicas para compensar su falta de escala", sentencian en Nomura.

Mazda no vive un momento brillante sobre el parqué. El fabricante de automóviles nipón ha visto esfumarse un tercio de su valor en los dos últimos años, un rendimiento muy inferior al de sus competidores nacionales Nissan, Honda y Toyota en el mismo periodo.

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