Red Eléctrica es una empresa del sector eléctrico, con un negocio muy regulado y, por ende, muy previsible, y centrado fundamentalmente en España. Esta simple carta de presentación es la base de cualquier análisis inversor sobre la compañía y poco más ha necesitado para conquistar al mercado en los últimos años.

Las acciones de Red Eléctrica se sitúan a día de hoy más de un 200% por encima de sus niveles al cierre de 2010. El escenario de tipos de interés en mínimos ha hecho de negocios como el que preside Jordi Sevilla, de elevada predictibilidad y escaso riesgo y generadores de unos elevados volúmenes de caja que les permiten retribuir a sus accionistas con unos dividendos generosos, ha hecho de este tipo de compañías un refugio muy codiciado durante mucho tiempo.

Los cambios en la remuneración del sector han llevado a algunos analistas a cuestionar la sostenibilidad de su dividendo

Pero los recientes cambios en el sector energético español, que apuntan a una menor rentabilidad para los operadores, dibujan para el futuro más inmediato un escenario de crecimiento limitado que lleva a firmas como Barclays a cuestionarse la sostenibilidad de su dividendo actual. Esto, obviamente, ha tenido su reflejo sobre el parqué y con una caída, a día de hoy, del 6,69%, Red Eléctrica está cerca de sellar en 2019 su segundo año en negativo desde 2011.

Ante esa situación, el equipo director de la compañía ha dibujado un nuevo rumbo, caracterizado por la diversificación, tanto en negocios como en geografías. Del primer caso, el ejemplo más palmario es la compra de Hispasat, mientras que en lo referente a la entrada en nuevos mercados, el gestor de redes dio el pasado viernes un paso llamativo, con su mayor adquisición internacional.

El grupo español anunció su entrada en el mercado brasileño con la adquisición, a partes iguales con Grupo Energía Bogotá, de Argo. Para ello, Red Eléctrica desembolsará 382 millones de euros.

La subida del 0,82% que experimentaron este lunes las acciones del grupo que preside Jordi Sevilla podría entenderse como el visto bueno del mercado a la operación. Pero lo cierto es que los expertos dudan de que la irrupción de la compañía española en Brasil tenga la entidad suficiente para cambiar el escaso entusiasmo que despierta actualmente entre los inversores.

Los analistas de Banco Sabadell, por ejemplo, resaltan que la operación encaja a la perfección en la estrategia de internacionalización de la compañía y subrayan, además, que se cierra a unos múltiplos atractivos, inferiores a la valoración actual de la propia Red Eléctrica. Sin embargo, también señalan que la inversión en Argo "podría generar en el mejor de los escenarios en torno a 34 millones de euros del beneficio después de impuestos atribuible a Red Eléctrica en 2023, lo que supondría un 5% del total".

Además, observan, que los múltiplos reducidos de la compra están en cierto modo justificados por ciertos riesgos de delivery, en una empresa que tiene aún una parte reseñable de sus activos en construcción.

Sabadell estima que en el mejor de los casos Argo representará en 2023 el 5% del beneficio de Red Eléctrica

Tampoco se muestran especialmente optimistas en Alantra, donde también reconocen la atractiva valoración de la operación, pero observan que "tenemos nuestras dudas sobre las inversiones internacionales de Red Eléctrica, y preferiríamos que se centre en su mercado interno en España, en un momento en el que es probable que las inversiones en la red aumenten para integrar la expansión esperada de las energías renovables".

Unos y otros argumentos sirven a ambas firmas de análisis para sostener que la entrada en Argo en nada cambia su visión de Red Eléctrica. Una visión que viene marcada por los avatares regulatorios del sistema eléctrico en España. Precisamente, lo mismo en que se han basado sus recientes años de éxitos y las más recientes dudas de los inversores.

La entrada en Brasil puede ser un buen paso para cambiar el perfil de la compañía. Pero será necesario un esfuerzo mucho más notable para justificar ante los inversores una interpretación diferente de su negocio.