Radiotelevisión Española emitirá durante los próximos años algunas de las principales competiciones deportivas internacionales y redoblará su apuesta por los grandes acontecimientos de este tipo, con los cuales logra mejorar su audiencia y su influencia, pero, eso sí, a costa de realizar desembolsos millonarios.
Una reciente pregunta parlamentaria –a la que ha accedido El Independiente– expone los compromisos que ha adquirido la corporación para ofrecer estos deportes y suman, en total, 156 millones de euros.
Esta cifra “no incluye los impuestos a los que tendrá que hacer frente RTVE” –alrededor del 5% del importe– ni los gastos que asumirá por la cobertura de estos acontecimientos, a los que suele desplazar equipos de varias decenas de personas.
¿Cuánto cuestan unos Juegos Olímpicos?
La factura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026, que se celebrarán en Italia, asciende a 2,45 millones de euros, mientras que las de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, a 46,5 millones de euros.
La retransmisión de las principales citas futbolísticas internacionales también implicará inversiones multimillonarias. El Mundial de Fútbol 2026 supondrá un gasto de 57,7 millones de euros, mientras que la Eurocopa 2028, de 50 millones.
Fuentes de la corporación apuntan a que los compromisos deportivos que mantiene RTVE ascienden a más de 300 millones de euros, dado que en la respuesta parlamentaria no se incluyen los JJOO de Brisbane 2032, el resto de partidos de las selecciones españolas de fútbol, el Tour de Francia, La Vuelta, las competiciones FIBA, las finales de la UEFA Champions League, la Copa del Rey de fútbol o los resúmenes de LaLiga.
En cualquier caso, sobre el impacto sobre sus cuentas, la respuesta parlamentaria aclara: "Estos compromisos de gasto están incluidos dentro de los presupuestos de cada ejercicio. Se favorecerá, parcialmente, su financiación mediante acuerdos de sublicencias de determinados derechos de estas competiciones con otros operadores", así como la obtención de ingresos "ligados a patrocinios".
La crisis de las cadenas privadas
La política tradicional de la corporación fue la de pujar por estos grandes acontecimientos para tenerlos en la parrilla. Lo que sucede es que, con la llegada de la crisis económica, el presupuesto de la corporación cayó por debajo de los 950 millones de euros --desde los 1.200 millones-- y eso le restó competitividad a la hora de acudir a las pujas. De hecho, en varias ni siquiera participó.
Lo que sucede es que esa realidad cambió hace unos años. Es más, la capacidad inversora de RTVE en estos acontecimientos deportivos --la mayoría, de corta duración-- es mucho mayor que la de las empresas privadas de la TDT, de ahí que en algunos de estos procedimientos concurra en solitario, para su emisión en abierto. Es el caso de los Juegos Olímpicos.
El gasto es elevado. También su impacto en la audiencia. Sirva como ejemplo el verano de 2024, cuando en junio, julio y agosto logró cuotas de pantalla de 12,7; 14,6 y 11,1 puntos, frente a los 10,7; 11,1 y 10,4% de 2025.
En esos casos, se emitieron la Eurocopa de fútbol de selecciones y los Juegos Olímpicos de París. Ambos celebrados en territorio continental y, por lo tanto, con capacidad de engordar la audiencia en el prime time, al contrario que sucede con otras competiciones que se celebran en América o en Asia.
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