Los ladrones de coches no seleccionan al azar y no se decantan por deportivos de lujo ni los SUV exclusivos sino por los compactos comunes o utilitarios que vemos todos los días en las calles y en los parkings. Detrás de esta tendencia también existe una explicación lógica, como la combinación entre popularidad, antigüedad, facilidad de reventa y vulnerabilidades tecnológicas hace que ciertos vehículos se conviertan en el objetivo perfecto para robar.

Los coches más robados

El SEAT Ibiza, el Volkswagen Golf, el SEAT León, el Ford Focus y el BMW Serie 3 son los coches que más se roban en España. Coinciden con que son los coches más vendidos, lo cual quiere decir que están muy presentes a nivel de parque automovilístico. Hay más unidades en circulación lo que equivale a más posibilidades de robo y a una demanda constante en el mercado negro de repuestos.

Además, su tamaño reducido los convierte en unos coches perfectos para poder circular por ciudad y muchos duermen en la calle. Son vehículos muy distintos a los coches de categoría alta que suelen aparcarse en garajes privados, que suelen situarse en zonas más propicias para bandas organizadas que actúan rápidamente y con mucha precisión.

La clave está en el mercado de piezas

Los ladrones no buscan estos vehículos para utilizarlos sino despiezarlos. Por ejemplo, un retrovisor de Ibiza..., una centralita de León..., una caja de cambios de Golf son piezas que tienen salida para el negocio de los despieces ilegales. En el caso del BMW Serie 3 los repuestos tienen un gran valor e incluso en algunos casos su destino es llegar a ser exportados enteros a países como el de Marruecos.

¿Por qué se roba ese tipo de coche?

La gran mayoría de los vehículos que se roban tienen más de cinco años. Ello implica que sus sistemas de seguridad son más vulnerables: cerraduras antiguas, sin inmovilizadores y puertos OBD manipulables muy fácilmente. Con requerir un bombín forzado se abrirá el vehículo y con el oportuno equipo se podrá arrancar el vehículo en pocos segundos. Cuanto más envejece el parque móvil, más expuestos están los propietarios.

Los modelos más nuevos también pueden ser vulnerables. Muchos incluyen sistemas de apertura sin llave (keyless) y eso los convierte en potencial víctimas, ya que permite usar la señal de la llave desde dentro de la vivienda para que el coche se abra y arranque sin el requerimiento de ningún tipo de fuerza.

Robos urbanos, un patrón cada vez más común

Tres de cada cuatro robos se producen fuera de la vivienda. Este tipo de robo puede llevarse a cabo en la vía pública o en un parking. La razón es sencilla, el Ford Focus es un coche normal en el barrio, en un centro comercial, o en una zona industrial, por lo que pasa desapercibido. Nadie puede sospechar nada cuando ve que alguien se acerca a un Focus estacionado en un parking. Precisamente esa discreción del vehículo es lo que ayuda a los ladrones a actuar sin levantar sospechas.

Tecnología y ladrones profesionales

El perfil de los ladrones ha cambiado y ahora se han convertido en especialistas que usan material tecnológico. El robo moderno no deja rastro y el coche simplemente desaparece sin marcas de violencia, lo que hace un poco más engorrosa la denuncia y la investigación.

Estructuras organizadas y exportación

Existen bandas organizadas con roles establecidos: uno roba, el siguiente despiezaría y el último es el que transportaría la pieza robada hacia el exterior. La cadena delictiva funciona como una industria paralela a raíz de la demanda de piezas de baja calidad y coches viejos. Y los modelos más habituales, un tanto añejos y vulnerables son el carburante de una maquinaria la cual es perfecta.