El verano aumenta las ganas de ir a visitar nuevos lugares y disfrutar de cada minuto de las vacaciones. Sin embargo, sumado a la habitual subida de precios en esta época del año, que especialmente afecta a los combustibles, cada euro cuenta. Echar gasolina se convierte en un gasto importante, en especial si se tienen pensado recorridos largos. Por suerte hay muchas maneras de optimizar el consumo y de ahorrar cuando hay que llenar el depósito.

Claves para ahorrar gasolina

Llevar a cabo la adecuada conservación del vehículo no solo incrementa la seguridad de quienes se modifican, sino que además hace que los consumos de gasolina resulten menores. Un motor bien ajustado, con el aceite limpio y los filtros a punto funcionan de forma más eficaz. Las piezas desgastadas o los sistemas obstruidos elevan el gasto y no aportan nada a la eficiencia, como se puede comprobar fácilmente en un trayecto por carretera. Realizar revisiones periódicas antes de vacaciones como las del verano, es un modo racional de evitar gastarse dinero extra y hacer más larga la vida del vehículo.

La presión de los neumáticos

Unos neumáticos con una presión equivocados incrementan la resistencia al rodaje y, por consiguiente, el coche necesita más energía para avanzar. Es muy importante comprobar que los neumáticos estén inflados de acuerdo con las especificaciones del fabricante antes de emprender un viaje. Además, tener una correcta alineación y balanceo colabora a que el vehículo funcione de forma más suave y consuma menos gasolina y, como consecuencia, ahorraremos en cada repostaje.

Conducción eficiente

Para el consumo de gasolina una conducción tranquila y anticipada reduce el gasto de forma considerable y muchísimo más que si se practicaran otras actuaciones, tales como el no realizar frenazos, no realizar aceleraciones innecesarias e intentar mantener una velocidad constante en la medida de lo posible. Cuando se realizan trayectos largos, como puede ser la carretera o autovías, el operar a través del control de crucero mantiene la velocidad constante, hace que las variaciones en el consumo sean clave para el ahorro de gasolina.

Aire acondicionado moderado

A pesar de que es imprescindible encender el aire acondicionado en las horas más calurosas de la jornada, un uso excesivo implica un alto consumo de combustible. Abrir las ventanillas unos minutos antes de arrancar el motor para poder expulsar el aire caliente del vehículo y moderar la temperatura, lo que evitará en gran medida el gasto de combustible. En trayectos cortos o cuando la velocidad se encuentra entre los 0 y los 50 km/h, la opción de circular por la vía con las ventanillas abiertas puede ser una posibilidad adecuada.

Repostar gasolina de forma inteligente

Prever el trayecto con antelación es un recurso útil para no caer en el error de pasar por tramos con retenciones, obras o desvíos innecesarios. En este sentido, las aplicaciones como Google Maps o Waze, que permiten ver trayectos y el tráfico en tiempo real dan pie a seleccionar itinerarios más cortos o menos transitados, lo cual permite un recorrido más breve y, por lo tanto, también tener que repostar gasolina con menos frecuencia. No sólo eso, la condición de viajar en horas con menor cantidad de vehículos mejora también el ritmo de la conducción y provoca una economía de consumo más estable.

Menos peso, menos consumo

Cada kilo adicional que transportemos en el vehículo produce una respuesta en la potencia en el esfuerzo de su motor, y en la cantidad de combustible que consume. Por ese motivo, cargar tan solo lo imprescindible y quitar, en caso de no usarlos, accesorios externos como bacas o cofres mejorará la aerodinámica y la resistencia al aire. Por otro lado, cuando se realizan paradas prolongadas es aconsejable apagar el motor, en la medida que estar en ralentí y sin moverse aumenta notablemente el gasto de combustible y no produce ninguna ventaja.

Ahorrar gasolina en verano no es algo imposible de conseguir. En realidad, se trata simplemente de adoptar costumbres inteligentes antes del viaje y durante el trayecto. Una adecuada revisión técnica, una conducción consciente y una óptima planificación conducirán, sin duda, a una reducción notable del gasto de combustible, sin renunciar al placer y a la libertad de viajar. Cada repostaje será así mucho más barato; cada trayecto será más sostenible y cada viaje, un poco más dulce.