Tomar agua del grifo no solo es una decisión sana y respetuosa con el medio ambiente, sino que también permite ahorrar una importante suma de dinero. En su último informe, la OCU ha desvelado qué ciudad española cuenta con el agua de mejor calidad al salir directamente del grifo. El resultado es contundente, porque algunos municipios no solo cumplen con los mínimos sanitarios, sino que además la calidad de su agua llega a ser semejante a las aguas envasadas de las mejores marcas.
El agua del grifo y el ahorro
Tal como aseguran los datos de la OCU, las familias pueden ahorrar hasta un total de casi 490 euros cada año si optan por el agua del grifo en vez de mineral, dato que puede cobrar la máxima importancia dentro del contexto actual de inflación. Beber agua del grifo cuesta al año 5,25 euros, mientras que comprar agua mineral al principio del verano (pudiendo llegar a ser 490 euros). Es una diferencia muy grande y para muchas familias puede ser una oportunidad de reducir costes y no tener que renunciar a la calidad.
Reducción de la huella ecológica
Por otro lado, optar por el agua del grifo no solo reporta un ahorro monetario, sino que es también una alternativa ecológicamente correcta. El informe subraya que el hecho de consumir agua envasada incrementa en 600 veces la huella de plástico comparado con el de grifo; plásticos de un solo uso, transporte y residuos sin ninguna necesidad son parte de un sistema que, con un simple gesto, se podría evitar: abrir el grifo.
Madrid lidera el ranking del agua del grifo
La OCU ha analizado el agua existente en numerosas ciudades de España, dándole un rating en función de la dureza —una característica que influye de forma directa sobre su sabor y su carga de cal—, de tal manera que la ciudad de Madrid se convierte en la ciudad con el agua del grifo de mayor calidad. Su agua es blanda, con una mineralización muy débil y de sabor suave, siendo adecuada para los paladares más exigentes.
Otras ciudades con agua excelente
Madrid no es la única ciudad que se encuentra en lo más alto del podio. Precisamente, Burgos, Vigo, San Sebastián y Las Palmas de Gran Canaria, es decir, las ciudades anteriormente citadas, tienen agua de calidad. Todas comparten una baja concentración de cal que se traduce en un sabor muy limpio y sin restos de cal. Este tipo de agua resulta, sin duda, más agradable y logra prolongar la vida de productos como cafeteras, calderas, etcétera.
Las ciudades con el agua más dura y cómo mejorarla
En el lado opuesto del informe se encuentran localizaciones como Almería, Teruel y Valencia. En estas localizaciones, el alto contenido de cal perjudica el sabor de las aguas y puede dañar las instalaciones domésticas. En adición, los tratamientos adicionales con cloro, precisos por motivos sanitarios, intensifican un regusto que muchos dicen similar al agua de piscina.
Soluciones prácticas para el día a día
Algo que, sin embargo, puede ser complementado con algunas medidas muy sencillas, como hacer correr el agua del grifo durante 10 o 15 segundos, guardar el agua en jarras de vidrio en la nevera, o primero aplicando un filtro de carbón activo (por ejemplo, una jarra filtrante) son las estrategias recomendadas. Se puede combinar el agua de grifo con limón o menta para hacerla más sabrosa.
Con estos datos, el agua del grifo para municipios como Madrid puede considerarse como una opción segura, accesible y respetuosa con el medio ambiente. Elegir el agua del grifo es optar por un estilo de vida más consciente y responsable.
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