En Elche, Alicante, se ha descubierto un centro de cuidados para personas dependientes que operaba de manera ilegal en una vivienda particular, tras el fallecimiento de un hombre de 34 años con parálisis cerebral.

Según ha informado la agencia EFE, el Ayuntamiento de Elche informó que la muerte de esta persona ha sacado a la luz la actividad ilícita que se realizaba en la vivienda unifamiliar. La Policía Local, en colaboración con la Policía de la Generalitat Valenciana, procedió a clausurar el inmueble.

Según las autoridades, en la vivienda se ofrecían cuidados a personas dependientes cobrando entre 30 y 45 euros diarios. El lugar no contaba con la autorización legal necesaria ni cumplía con las condiciones higiénicas y sanitarias adecuadas para este tipo de servicios.

Tras el lamentable deceso de una persona en un centro de atención, las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva. El lugar, que albergaba a individuos con discapacidades intelectuales, síndrome de Down y autismo en situación de especial vulnerabilidad.

Condiciones de las instalaciones

Durante la inspección de las instalaciones, los agentes confirmaron que el inmueble no cumplía con los requisitos básicos para el cuidado de personas dependientes. Las deficiencias higiénicas y sanitarias eran evidentes, con restos orgánicos, penetrantes olores a orina y heces, camas y colchones en estado precario, y suciedad generalizada, todo esto agravado por la ausencia de una ventilación adecuada.

En las áreas comunes como la cocina, el comedor y los baños, se encontraron alimentos en mal estado, electrodomésticos sin el mantenimiento adecuado y un grave riesgo de contaminación cruzada.

Además, la situación en las habitaciones era igualmente alarmante. Se descubrió un gran número de perros y gatos que vivían en las estancias, sin la debida documentación ni control sanitario, lo que representa un riesgo adicional para la salud de los residentes.

Responsables de la vivienda

Se ha confirmado que los responsables de la vivienda, un matrimonio de 58 y 48 años, carecían de la documentación necesaria para operar este tipo de centro. No poseían ninguna licencia municipal ni autorización administrativa, ni tampoco contaban con seguros de responsabilidad civil. A esto se suma el hecho de que tampoco tenían la habilitación profesional requerida para ejercer dicha actividad.

Adicionalmente, se sospecha que esta actividad ilícita se ha llevado a cabo de forma clandestina desde el año 2016, operando en múltiples domicilios. En el caso actual, el inmueble era alquilado y su propietario ha declarado desconocer la finalidad para la que se utilizaba.

Adicionalmente, se sospecha que esta actividad ilícita se ha llevado a cabo de forma clandestina desde el año 2016, operando en múltiples domicilios. En el caso actual, el inmueble era alquilado y su propietario ha declarado desconocer la finalidad para la que se utilizaba.

Intervención de las autoridades y medidas tomadas

Ante las graves irregularidades encontradas, la Policía Local de Elche y la Policía de la Generalitat actuaron de manera inmediata, procediendo al precinto y clausura de la vivienda. Las personas que residían en ella fueron realojadas con sus familiares, quienes manifestaron no estar al tanto de las deplorables condiciones del lugar.

Paralelamente, se han iniciado una serie de acciones legales: Se ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo. Se ha notificado a la Conselleria de Sanidad, entidad responsable de la autorización de este tipo de centros. Se ha alertado al Ayuntamiento de Elche por la falta de licencia de actividad y se ha informado a los Servicios Sociales para que evalúen la necesidad de asistencia de los afectados y sus familias.