La inasistencia de pacientes a sus citas médicas, fenómeno conocido como 'no-show', se ha consolidado como uno de los principales lastres financieros para las clínicas privadas en España, con un coste de entre 2.500 y 7.500 euros mensuales por centro.
Según estudios publicados en 'Elsevier' y otros medios especializados en salud digital, entre un 12% y un 19% de las citas agendadas no se atienden, con un precio medio de consulta que varía entre los 50 y 150 euros. Este fenómeno no solo afecta la facturación de las clínicas, sino también la planificación operativa y la moral de los equipos médicos y administrativos.
Desde la plataforma española líder en soluciones digitales para clínicas y laboratorios, el CEO de Klinikare, Enrique Pizarro, aseguró que "los 'no-shows' no solo afectan la rentabilidad, sino también la moral del equipo, la calidad del servicio y la planificación operativa". "Es un problema clínico, económico y organizativo", dijo.
"Extrapolando estos datos al conjunto del sector sanitario privado en España, que representa el 29,2% del gasto sanitario total, las pérdidas por inasistencia podrían superar los 300 millones de euros anuales en citas no recuperadas solo en atención ambulatoria", dijo.
Además, el impacto no se limita a las clínicas privadas, ya que hospitales públicos como el Hospital Costa del Sol han cifrado sus pérdidas por no-shows en más de 2,4 millones de euros al año. Sin embargo, a diferencia de los centros públicos, las clínicas privadas no pueden amortiguar estas pérdidas con presupuestos institucionales. Cada cita no cubierta implica una pérdida directa de ingresos.
Añadió que la buena noticia es que la inteligencia artificial ha demostrado ser una herramienta altamente eficaz para reducir el impacto de los no-shows. Clínicas que han implementado asistentes de recepción con IA han logrado disminuir las ausencias hasta en un 50% en menos de seis meses. Estos asistentes automatizados permiten gestionar las citas mediante recordatorios personalizados a través de WhatsApp, llamadas telefónicas y SMS, y reubicar a pacientes en listas de espera para ocupar huecos vacíos en la agenda.
El asistente de recepción con IA de Klinikare, por ejemplo, no solo envía alertas automáticas, sino que también detecta patrones de inasistencia y propone estrategias preventivas, lo que permite una gestión más eficiente de las citas y una optimización de los recursos. "Es como tener una recepcionista infalible trabajando 24/7, con inteligencia adaptativa", explicó Enrique Pizarro. La plataforma no solo se limita a recordar citas, sino que se adapta al tono y emoción del paciente, garantizando una comunicación efectiva y personalizada en todo momento.
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