Las cinco 'Vías Verdes' para recorrer España por viejas líneas ferroviarias

En su día fueron los trazados por donde circulaban los ferrocarriles. Con los años dejaron de prestar esa función hasta el punto de que en 1993 más de 7.600 kilómetros de estas líneas ya no prestaban servicio. Gracias al programa 'Vías Verdes', coordinada por la Fundación de Ferrocarriles de Españoles, se han aprovechado más de 2.700 kilómetros de estas infraestructuras ferroviarias para convertirlas en caminos para el disfrute de ciclistas y paseantes.

La Senda del Oso (Asturias)

La minería ha tenido mucho peso en los valles asturianos del Oso, pero la crisis minera obligó al cierre de sus minas y ferrocarriles. La Senda del Oso recupera precisamente esa ruta por la Asturias más natural.

Vía Verde de la Sierra (Cádiz)

Por la vía de la Sierra nunca llegó a pasar ningún ferrocarril. La ruta es paralela a las orillas de varios ríos y, a lo largo de sus 36 kilómetros, pasa por lugares como el peñón de Zaframagón, conocido por su reserva de buitres.

La ruta de Manacor con Artá (Mallorca)

Antiguamente, esta vía conectaba el extremo este de la isla. A lo largo de sus 29 kilómetros, esta ruta verde, la única fuera de la Península, pasa por campos agrícolas y por el bosque mediterráneo de los cerros.

Vías Verdes del Cidacos (La Rioja)

Un modesto tren circulaba por una vía estrecha de un fértil valle próximo al río Cidacos. El trazado acerca a sus visitantes a las huellas jurásicas de los dinosaurios.

El Carrilet Olot-Girona

En su día fue la principal arteria de comunicaciones de las comarcas de La Garrotxa, La Selva y el Gironés. Se trata de 54 kilómetros de ruta que surca las orillas de los ríos Ter, Bruguent y Fluviá bajo la presencia de los volcanes de La Garrotxa.