Nunca se ha hecho nada así en Madrid. Para encontrar algo parecido al desfile que Carolina Herrera celebrará el próximo jueves 18 de septiembre en la Plaza Mayor hay que pensar en el de Dior en la Plaza de España de Sevilla en 2022 o el de Vuitton en el parque Güell de Barcelona en 2024. Ahora, la firma neoyorquina propiedad del grupo español Puig organiza en la capital la presentación de su colección de Primavera 2026. Será a las ocho de la tarde, más de 30 grados de temperatura según la previsión meteorológica, ante 800 invitados internacionales y retransmitido en streaming a todo el mundo. Desde este mismo martes –con un cóctel de bienvenida en su flamante sede madrileña, un piso señorial del Paseo de la Castellana recientemente reformado por todo lo alto–, Puig despliega su potencia de fuego para que la ciudad sienta los colores de una de sus firmas emblemáticas. Su numeroso equipo trabaja contrarreloj mientras el Madrid que pinta algo en el mundo de la moda (y más allá) se pelea por un asiento en una de las citas de la temporada.

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El pasado fin de semana, Carolina Herrera activaba la cuenta atrás del acontecimiento lanzando en redes un vídeo teaser del desfile protagonizado por Esther Cañadas. Con una camisa blanca –prenda emblemática de la fundadora de la firma– altísimos zapatos de tacón negros y un minibolso Mimi color amarillo azafrán, Cañadas recorre apurada las calles de Madrid intentando llegar a su destino, la Plaza Mayor, con la banda sonora del Porque te vas de Jeanette y aparición estelar de una tuna. Dicen desde Carolina Herrera que el desfile diseñado por el director creativo de la marca, Wes Gordon, es "una carta de amor a Madrid, una ciudad de contrastes, precisión, carácter y belleza" que siempre ha sido importante para la familia Herrera. Aquí ha vivido y vive Carolina Herrera hija, antes y después de su matrimonio con el torero Miguel Báez, El Litri, hoy directora creativa de los perfumes de la casa. Y, en efecto, toda la propuesta artística del desfile evoca las tradiciones y la filosofía de vida de Madrid. El chocolate con churros de San Ginés, el cocido de Lhardy, la Cibeles, el café Gijón, los caramelos de La Violeta, e incluso los azulejos con los nombres de las calles del centro de Madrid cuya tipografía ha sido adoptada por la firma para la ocasión.

Bomba de belleza

Carolina Herrera da así continuidad a desfiles emblemáticos como los que ofreció en Rio de Janeiro en 2023 y en el Museo Anahuacalli México en 2024, poniendo colofón a distancia a la Semana de la Moda de Nueva York –la coincidencia con la devaluada MBFW de Madrid es pura coincidencia–. Y completa la geografía imaginaria de donde bebe el estilo creado por la fundadora de la firma. Esa a la que Diana Vreeland, la histórica directora de Harper's Bazaar y Vogue, apodó como La bomba poco después de aterrizar en la Gran Manzana procedente de Caracas. Y La Bomba es precisamente el nombre que le han dado al nuevo perfume de la casa. Después de los stilettos de Good Girl, un ampuloso frasco con forma de mariposa es su nuevo objeto de deseo, lanzado con una campaña mundial protagonizada por la supermodelo italiana Vittoria Ceretti. La fiesta de Carolina Herrera en Madrid será también la puesta de largo de esta nueva fragancia.

El desfile es el punto culminante del aterrizaje de Carolina Herrera en Madrid, pero no el único festejo con el que Puig quiere impactar en la ciudad y proyectar globalmente su próxima colección. Este miércoles organiza una gran cena en el Palacio de Liria. El jueves por la mañana presenta Home of Creativity, un libro editado por Rizzoli honrando 110 años de historia de Puig y presumiendo de todas las marcas con las que a día de hoy cuenta el grupo español, que lo sitúan por derecho propio en el panorama internacional de los grandes conglomerados del sector del lujo y la belleza. A saber: Carolina Herrera, Rabanne, Dries Van Noten, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci y otras firmas nicho como Kama Ayurveda, L'Artisan Parfumeur, Penhaligon's, Apivita o Byredo.

El mismo jueves, tras el desfile, el Casino de Madrid, transformado por unas horas en el Hotel La Bomba, acogerá una gran fiesta que durará hasta bien entrada la madrugada. Será el colofón a la semana grande de Carolina Herrera en Madrid, que funciona también como una suerte de coronación de José Manuel Albesa, presidente de moda y belleza de Puig nombrado hace una semana adjunto al CEO, Marc Puig, como el hombre fuerte del grupo.

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