Las corrientes de aire invisibles provocan la pérdida de la temperatura en muchas viviendas de manera silenciosa y constante, aún cuando parece estar bastante cerrada. Durante los días de frío, estas filtraciones provocan incomodidad, un incremento en el consumo de energía y de la sensación de que la calefacción nunca llega al nivel deseado. Localizarlas y eliminarlas permite conseguir mayor estabilidad térmica de la vivienda, eliminar un derroche innecesario y disfrutar de un entorno más cálido y acogedor.
Corrientes de aire invisible en casa
El aire frío se introduce a través de los puntos más vulnerables de la vivienda, como las paredes que dan al exterior, los espacios de aire con poca efectividad de aislamiento y las uniones poco selladas, que dejan pasar la presión natural y empujan el aire a su paso hacia el interior de la vivienda. Aunque el fenómeno nos puede parecer imperceptible a los ojos de la gente del lugar, influye de una manera bastante notable en el comportamiento térmico de cada espacio durante todo el invierno.
El papel de enchufes y cajas empotradas
Los enchufes actúan como túneles que comunican la habitación con la parte interna del muro. Cuando la caja empotrada es menos cerradas, o no se están bien selladas, el aire se cuela ir sin problemas. Para viviendas antiguas o muy mal aisladas, basta con acercar la mano para percibir una pequeña brisa que proviene de la salida de corriente. Esa fuga puede llegar a restar varios grados de temperatura ambiente, obligando a dejar la calefacción encendida unas horas más de las sería necesario.
Soluciones para frenar el aire invisible
Para bloquear las corrientes no se necesita hacer obras ni herramientas complicadas. Tan solo hay que destornillar el embellecedor del enchufe para ver el espacio en donde se cuela el aire. Un poco de espuma aislante, cinta térmica o juntas adhesivas alrededor del contorno bloquea la corriente en pocos minutos. Estos materiales, en cuanto a su coste, facilidad de uso y resistencia a los cambios de temperatura, se adaptan perfectamente.
Alternativas temporales
Si se quiere una solución rápida, cualquier obstáculo físico contribuye a la reducción de la corriente de aire. Una hoja de papel enrollada o un trozo de cinta de carrocero disminuyen la fuga hasta que se aplica un método de sellado más duradero. Comprobar primero los enchufes de las paredes de la casa, suele ser una tarea muy efectiva, ya que son la principal causa de la pérdida de calor en el hogar.
Otras corrientes a revisar
Si el aire entra por los enchufes, tiende a entrar también por los marcos deteriorados de las ventanas o los de las puertas. Adherir burletes mejora el aislamiento a coste casi cero. Los tapones a ras de suelo hechos incluso artesanalmente impiden que el aire de los pasillos, las terrazas o las zonas comunes, entre en casa. Cada mejora cuenta para optimizar el rendimiento energético total de una vivienda.
Aumentar la sensación térmica
Estancias con muros fríos adquieren confort gracias a cortinas gruesas o películas aislantes transparentes colocadas en los cristales, los cuales reducen la pérdida de calor y no reducen la entrada de luz natural. A pesar del doble cristal existente en las ventanas, un mal sellado en enchufes o rendijas anula buena parte del aislamiento. Añadir pequeñas mejoras evita perder hasta un 25% del calor generado por la calefacción.
Eliminar las corrientes de aire invisibles no es caro ni complicado; hay que revisar enchufes, y los huecos por donde se pueda colar el aire para mantener la temperatura interior y no gastar de más en los sumisitos eléctricos. Con solo unos minutos y utilizando materiales básicos, los hogares afrontan el invierno con más confort, menos pérdidas térmicas y con una factura más asequible.
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